Los países de la América Latina y el Caribe deberán ingeniárselas para que su crecimiento económico repunte pero ya no de la mano de los países más desarrollados, en palabras populares deberán cortar el cordón umbilical de las ayudas externas, así lo concluye un informe del Banco Mundial.
“América Latina deberá hacer más por sí misma para volver a las tasas de crecimiento registradas en la última década”, asegura el organismo internacional.
Las razones que apunta son un “nuevo contexto internacional con liquidez en exceso, menor crecimiento de China, una débil actividad económica y elevado nivel de deuda pública en el mundo desarrollado”.
En el informe se estima que el crecimiento de los latinos será de un 3,5% mayor al del año anterior que fue de un 3%, pero aún no logra superar el 6% que tuvo en el 2010, por ejemplo.
“Estas tasas de crecimiento son buenas aunque insuficientes para mantener el ritmo de progreso social que los latinoamericanos experimentaron en los últimos diez años”, sostuvo Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para la Región
Optar por mano de obra barata para promover las exportaciones o echar mano de tipos de cambio devaluado, es una ruta no recomendaba para la región. “Si se desea mejorar la competitividad más allá de los bienes intensivos en recursos naturales y sin sacrificar el nivel de vida, la consigna entonces es mejorar la productividad”.