Si su mascota causa un ataque o muerte, usted puede enfrentar desde la obligatoriedad de reparar daños hasta una pena de ocho años de prisión.
Así lo indicó el abogado Dennis Solano, quien considera que en el primer caso podría aplicarse el artículo 1.045 del Código Civil, cuando el hecho ocurre por descuido del dueño y obligarlo a reparar los daños.
Mientras que si un perro mata a una persona, podría ser considerado responsable penalmente bajo la figura de homicidio culposo, dependiendo de si tomó las precauciones necesarias para evitar el incidente.
La pena es de entre seis meses y ocho años, según establece el Código Penal de Costa Rica en el artículo 117.
“En los casos de negligencia, si el perro nunca mostró signos de agresividad pero el dueño no tomó las medidas adecuadas para evitar que se escapara, la pena es similar”, explicó.
¿Cómo denunciar?
En primer lugar, debe comunicarse con el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) al teléfono 2260-8301 para explicar la situación.
Posteriormente, enviar un correo o presentarse a las oficinas con evidencia de fotos, videos o audios que confirmen el hecho, un relato breve de lo ocurrido y la cédula de identidad.
Se requiere completar un formulario disponible en https://www.senasa.go.cr/nuestras-oficinas/denuncie.
“Aunque la ley establece que estos casos deben resolverse con rapidez, en la práctica pueden tardar entre uno y dos meses, sin embargo, hay algunos en los que Senasa prioriza otras denuncias, lo que puede retrasar la resolución hasta seis meses”, señaló.
Douglas Blanco, representante del Senasa, comentó que el proceso conlleva la “evaluación de la mordida, el comportamiento y el entorno. La resolución dependerá de la gravedad y la valoración completa”.
¿Qué ocurre con el animal?
Si es decomisado, el perro se traslada con un especialista en etología para evaluar su conducta y determinar si puede ser rehabilitado o si existen otros factores que influyen.
Blanco afirma que el resultado varía dependiendo de la situación. “Se puede emitir una orden sanitaria con un plazo para correcciones si uno de nuestros expertos determina que es un problema de comportamiento”, expresó.
Luego se realiza una segunda visita para verificar los cambios y, de ser necesario, una tercera para aplicar sanciones administrativas.
El sacrificio se aplica en casos extremos, aquellos en los que representa un peligro de gran magnitud o cuando el ataque implique la muerte de una persona.