Luego de 24 horas en las celdas judiciales, ahora el asiático dueño de la cadena de tiendas SYR, un hombre de apellido Lin, purgará dos meses de prisión preventiva, así lo confirmó su abogado, Carlos Chinchilla.
Una de las razones que pesó para que el tribunal se decantara para guardarlo 60 días fue que las empleadas a las que agredieron ingresaron a la sala de juicio para testificar que él fue quien dio la orden de que las golpearan.
A ellas las azotan con tubos y en un video se muestra donde les cortan su cabello por aparentemente haberse robado un dinero de la caja registradora.
“La jueza lo que dice es que estamos en un momento de investigación y aquí no se busca la finalidad del proceso, sino que en este momento lo que se busca es una medida, eso no quiere decir que él es culpable de nada”, aseguró el abogado.
Por otra parte, el defensor afirmó que el juzgado no tomó en cuenta que el hombre tenía arraigo en Costa Rica.
Chinchilla también manifestó que a su cliente le agregaron un señalamiento más, que fue el delito de tortura.
A eso, el defensor lo cataloga como “una deslealtad” contra su cliente por parte de la fiscalía, pues aparentemente no le iban a señalar por ese delito.
Además, se le consultó si las acusaciones contra el oriental están relacionadas a los videos en los que agreden a dos mujeres que se arrodillaron para ser golpeadas con un tubo.
“Hay varios videos y en ninguno de esos se puede identificar a mi defendido, en el momento él no estaba ahí, es otra persona”, respondió.
Además, luego de que le indicaron la medida cautelar de prisión preventiva, el abogado afirmó que su cliente está tranquilo, pero “desolado en este momento, máxime que no habla español”.
A pesar de la decisión de la jueza, Chinchilla presentó su apelación para intentar sacarlo en libertad.
Para llevar el juicio a cabo, el oriental requirió de un traductor.