Regalarle a la Federación Costarricense de Futbol (Fedefutbol) un terreno estatal de 10 mil metros cuadrados, valorado en más de ¢2 mil millones, es un tema que a todas luces debe revisarse con lupa.
Rogis Bermúdez, presidente del Consejo Nacional de Producción (CNP), durante una comparecencia en la Comisión de Asuntos Agropecuarios del Congreso dijo que él fue quien tomó la decisión de hacer el modesto donativo.
Nos preguntamos con qué potestad, pues la ley no le confiere tales atribuciones, menos si se trata de bienes públicos.
Sin embargo Paola Valladares, diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), reveló que detrás de estas negociaciones está la primera dama Claudia Dobles.
De acuerdo con datos de la legisladora, la señora de Zapote es quien mueve con intensidad el proyecto de ley 22.191, que además busca regalar más de 22 mil metros cuadrados al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Igualmente, ¿cuál es el interés de ceder los lotes, si no existe ganancia alguna para el CNP? ¿Cómo voy a ceder “por amor” cerca de 33 mil metros cuadrados? ¿Cuál es la intención de este proyecto que se empuja desde Casa Presidencial?
Las respuestas son escuetas. Lo cierto es que Rodolfo Villalobos, presidente de la Fedefutbol, pega brincos en una pata -como decían las abuelas- al verse dueño de semejante extensión de tierra sin pagar un cinco al erario.
Adujo que la usará para hacer una cancha de fútbol femenino y que el presupuesto para 2021, de $10 millones (poco más de ¢6 mil millones), no les permite comprar la finca.
Pero Villalobos también dijo que la Fedefutbol merece ese inmueble y aseguró que los legisladores no conocen los aportes del balompié en Costa Rica.
A decir verdad, este deporte nos ha dejado llantos y alegrías, pero eso no justifica que a manos llenas el gobierno promueva regalos de esas magnitudes. Si la Federación quiere ese terreno puede ahorrar y al cabo de un par de años pagar el costo respectivo.
Puede también el CNP esperar más años a que le paguen lo justo por esos 10 mil metros cuadrados. Si bien lleva años con esa tierra ociosa, nada le urge ahora.
Al igual que don Rodolfo, queremos ver el fútbol femenino crecer como la espuma y que este deporte también tenga los recintos idóneos para sus deportistas.
No menos importantes son otras disciplinas que le dado alegrías a los costarricenses, podría valorarse la opción de premiarlas con semejante cantidad de metros cuadrados.
Nada más beneficioso para un país que catapultar las disciplinas deportivas en todas sus expresiones.
Pero más allá de las justificaciones que pueda dar el presidente de la Fedefutbol, lo cierto es que los diputados, quienes verán el proyecto, tendrán que husmear sobre su origen.
Además deberán determinar qué se negocia por debajo de la mesa y conocer en detalle cómo es que el CNP aduce que ahí no puede levantar obra alguna, pero salen con la sorpresa que canchas de futbol son óptimas.
Deben los señores legisladores indagar cómo es que Rogis Bermúdez confirma que él está frente a la propuesta y su firma no aparece en el documento oficial enviado al Congreso.
La realidad es que el Estado en crisis, endeudado hasta el cuello, con una economía inerte, sin dinero y gestionando créditos internacionales, no puede darse el lujo de regalar a manos llenas, menos propiedades.
Si esa hectárea tanto le sirve a la Federación, que pague como cualquier organización privada, que planifique mejor sus inversiones. Mientras que la primera dama debería responder por qué la tienen haciendo lobby por este tema en particular.