5 intervenciones entre 2019 y 2022, según conclusiones en juicio
La dinámica familiar que vivía la madre de Keibril era un caos completo, por lo menos entre 2019 y 2022, de acuerdo con el análisis que realizó la Fiscalía durante las conclusiones del juicio por la desaparición de la bebé.
El comportamiento negativo en el cual convivía la menor hizo que negara los problemas que ocurrían a lo interno del hogar en varias intervenciones policiales y del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) que se dieron en ese periodo.
La fiscal Edith Morera señaló que el principal temor de la niña de 12 años era que ella y sus hermanos terminaran separados en albergues, lo que hizo que fuera coaccionada por las autoridades el 19 de abril de 2023, según la tesis de la Fiscalía.
Por ejemplo, en una intervención del PANI en junio de 2019 tanto ella como su hermano negaron que pasara algo ese día, a pesar del reporte de un conflicto familiar que llegó al 9-1-1 que decía: “Las progenitoras están consumiendo licor, hay un desorden, además hay un incidente con arma de fuego. Las personas menores de edad niegan los factores de riesgo”.
El expediente indica que se abordaron a los dos niños, pero rechazaron que sucediera lo que se notificó, así que la entidad cerró el proceso.
Otra denuncia en agosto del mismo año, es decir, dos meses después, apunta que los menores de edad estaban expuestos al consumo de licor de su madre (abuela de Keibril de apellidos Amador Cerdas).
“Se narra de esta intervención que cuando llega Fuerza Pública hay una situación caótica: la abuela se les tira a los carros porque estaba ebria, la mamá intentó sacar a los niños por detrás de la casa, y que esto ocurre con frecuencia”, manifestó Morera.
Rebeca, hermana de Amador, confirmó que la madre de los pequeños era alcohólica y hostil con su hija, tratándola frecuentemente “muy mal”, lo que fue ratificado por vecinos.
Asimismo, otro allegado que prefirió no ser identificado en el reporte por miedo a represalias, externó que la mamá de los menores tenía problemas de adicción a drogas.
Aunque la progenitora de Keibril dijo en ese momento que esto era frecuente, cuando le mencionaron la posibilidad de ir a un albergue, se retractó y solicitó que se valorara un recurso familiar paterno para quedarse ahí.
Los niños pasaron separados de esa dinámica familiar por casi cinco meses y volvieron en enero de 2023 con la madre, pero todo se complicó más ya que la mujer llevó a la casa a un sujeto llamado Hugo Casasola.
Este hombre, quien después se convertiría en el padre de Keibril y el principal sospechoso del robo, agravaría la situación por fomentar el consumo de licor y sustancias ilícitas, según la Fiscalía.
“Su actual pareja consume drogas”, revela un tercer reporte, sin embargo, la mamá de los menores aseguró que Casasola ya no vivía ahí y los niños, por miedo, también negaron que hubiera problemas, por lo que el PANI cerró el caso.
“Recordemos que desde que llegó Casasola a escena se agrega un factor de riesgo más, porque no llega a colaborar, llega a empeorar la situación familiar, hay más situaciones de droga y violencia”, agregó la fiscal.
SE REPITE LA HISTORIA
La fiscal Morera indicó que en la familia de la mamá de Keibril se repitió constantemente un círculo de hechos:
La bisabuela, abuela y madre: “niñas cuidando niñas”.
Esto lo señalan todos los reportes y expediente emitidos por el PANI.
La bisabuela de Keibril tuvo a su primera hija a los 16 años.
Amador tuvo a la mamá de Keibril a los 16 años.
La madre de la bebé desaparecida dio a luz a los 12 años.
Figuras paternas ausentes en todos los casos.
PANI está solicitando que se retiren derechos parentales a Amador.