Washington, (EFE).- Dos personas murieron y 38.000 fueron evacuadas de manera obligatoria en el estado de Colorado tras tres días de incendios forestales, que se han visto avivados por el viento y las altas temperaturas.
El jefe de policía de la ciudad de Colorado Springs, Pete Carey, indicó que 1.020 viviendas se ven afectadas ya por las órdenes de evacuación y 360 casas han sido consumidas totalmente por las llamas.
El fuego más destructivo de la historia de Colorado ya afecta a 15.700 acres de terreno en el llamado bosque de Black Forest, donde se agrupa un gran número de viviendas construidas en gran parte en madera.
Las autoridades han alertado, no solo por el peligro de las llamas, sino también por el denso humo que puede afectar a los vecinos de la zona.
El alguacil del condado de El Paso, Terry Maketa, dijo hoy que por el momento se han recuperado dos cadáveres de la zona afectada por el fuego. Una de las víctimas fue rodeada por las llamas cuando intentaba escapar.
Los servicios de bomberos siguen intentando frenar el avance del incendio, que han superado carreteras y otros cortafuegos, por tierra y aire, aunque por el momento no han conseguido controlarlo.
Los equipos de protección civil están teniendo problemas para acceder a algunas zonas de viviendas y se han visto sorprendidos en ocasione por la intensidad de la llamas.
El gobernador de Colorado, John Hickenlooper, firmó ayer una orden para declarar el estado de emergencia por desastre en tres zonas afectadas, con un desembolso de urgencia de 10 millones de dólares para dotar de recursos a los servicios de protección civil.