Decenas de mujeres pusieron ayer su cabellera en manos de profesionales para que se la cortaran y con ella fabricar pelucas para donarlas a las damas que padecen de cáncer y reciben quimioterapia.
La actividad, que se llevó a cabo en el Centro Nacional de la Cultura (Cenac), fue organizada por la Fundación contra el Cáncer Anna Gabriela Ross, quien murió a causa de ese mal, pero lo enfrentó valientemente.
Desde muy temprano las mujeres que se sintieron conmovidas por el llamado cambiaron su cabello por las sonrisas de las damas víctimas del cáncer.
Así, lejos de andar un pañuelo en la cabeza, pronto muchas lucirán las pelucas que se harán con el cabello donado. Para ello se contó con estilistas profesionales, quienes aportaron su tiempo para brindar el servicio y hacer cortes especiales.