Los padres de Andrey Amador, Raisa Bikkazakova y Rodolfo Amador, vivieron muy intensamente la etapa 13 del Giro de Italia, donde su hijo alcanzó el liderato general de la carrera.
Ambos se convirtieron en amuletos de la suerte para el pedalista nacional, quien ayer hizo historia al ser el primer centroamericano en vestir la “maglia rosa” en el Giro.
Tras la competencia, los padres de Andrey externaron su felicidad por el logro de su hijo, el cual calificaron como un verdadero premio al trabajo y sacrificio en su carrera.
“Todavía no lo podemos creer, hasta que no lo vea a la par de nosotros. Es algo increíble, fabuloso lo que ha logrado Andrey y es una gran recompensa al trabajo, a su esfuerzo, a la dedicación y a las horas y horas encima de la bicicleta, los cuidados que tiene con la dieta y a veces sacrificando los ratos libres para la familia”, declaró doña Raisa.
Don Rodolfo dijo estar muy orgulloso de lo alcanzado por su hijo en la élite del ciclismo y asegura que el apoyo será total hasta el final de esta competencia.
“Lógicamente nosotros muy orgullosos y con mucha alegría, lograr ser líder en una de las carreras grandes era uno de los sueños y objetivos de Andrey que se le está dando”, expresó.
Otra que no pudo esconder su emoción tras la victoria fue la prometida de Andrey Amador, Laura Segú, quien dijo haber tenido un muy buen presentimiento para la etapa de ayer.
“Supercontenta por él porque se lo merece, lo ha luchado con todo. Siempre que me encuentro una pluma blanca digo que le va a traer suerte y ayer (jueves) me encontré una”, manifestó.
La familia Amador Bikkazakova no desaprovechó la oportunidad para agradecer el apoyo de toda la gente de Costa Rica y afirmó que eso es parte de la motivación que tiene el ciclista en esta importante competencia.
“Mil gracias a todo Costa Rica por su apoyo, por sus mensajes, porque ayer (jueves) cuando conversábamos con Andrey lo que hacíamos era leerle un poco de esos mensajes que le envía la gente, esas palabras bonitas de apoyo y que están en las buenas y en las malas. Costa Rica se vistió de rosa”, finalizó Bikkazakova.