Con su traje impecable, sus lentes y una mirada en la que es imposible esconder su amplia experiencia, llegó don Ovelio Rodríguez a la que según sus cuentas podría ser la quinta elección presidencial en la que participa contando votos.
A sus 86 años, está a punto de cumplir 25 como magistrado del Tribunal Supremo de Elecciones; por sus manos han pasado tantas papeletas que ni siquiera le es posible precisar una cifra.
Abogado de profesión, don Ovelio asegura que ha encontrado en el conteo manual de votos una forma de servirle a la democracia.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) arrancó ayer con la primera sesión del escrutinio, el cual tardará dos semanas.
Don Ovelio y 4 magistrados se encargan de presidir cada uno una mesa de conteo; además, les acompañan 16 funcionarios del TSE y los fiscales que envían los partidos.
Según describe, la jornada es pesada porque el trabajo debe hacerse despacio para cumplir con todos los controles. Sin embargo, “cuando está la conciencia tranquila, todo bien, se siente uno joven, y para mí es una satisfacción servirle al país. Se ha acostumbra uno a no ver color político de nada ni de nadie”.
“EL VOTO SÍ VALE”
El TSE ordenó el conteo manual ya que la diferencia entre Araya y Solís es menor a un 2% , por lo que ahora se irá corroborando voto por voto.
Según don Ovelio, ayer en la sesión de la mañana su equipo procesó alrededor de 25 juntas de votación (deberán cumplir con más de 6 mil) y lograron 112 mesas.
“La democracia es muy cara, pero yo prefiero gastar en democracia que en tanques y aviones de guerra”.
Como una de sus mayores anécdotas, recuerda que en pasadas elecciones, una vez finalizado el conteo le hacía falta un voto, por lo cual debió empezar nuevamente la mesa.
“Uno de los muchachos que jala los sacos me dice: “Si usted me lo permite vuelvo al revés los sacos”. Estaba tan desesperado que le dije que lo hiciera y en una esquina del saco estaba el voto todo arrugado y mojado”, recuerda el magistrado, resaltándolo como un ejemplo de que en “en Costa Rica el voto sí vale, sea donde sea”, aunque le costara 50 minutos más de trabajo.