Dr. Maikel Vargas Sanabria
Profesor Catedrático, Universidad de Costa Rica / mvargassa@gmail.com
La espalda es un área muy extensa del cuerpo humano, en esta columna de hoy me voy a referir sobre todo al dolor del área baja, es decir de la región lumbar. En medicina, el sufijo “-algia” significa dolor, de modo que en la jerga médica a este tipo de padecimiento se le conoce como lumbalgia.
Esta constituye uno de los retos diagnósticos más complicados en medicina, pues se trata de una patología muy común que puede tener un sinnúmero de causas, la mayoría de ellas -dichosamente- benignas, pero algunas que sí requieren una atención médica más especializada.
Una de las causas más frecuentes de lumbalgia es el origen mecánico, es decir, una persona que levanta un objeto muy pesado con una postura inadecuada y seguidamente sufre un dolor agudo en la región lumbar. La mayoría de las veces el origen de este dolor es muscular, por ejemplo, una contractura de los músculos que están a la par de la columna vertebral, llamados médicamente músculos paravertebrales. Pero también podría haberse producido una patología mucho más compleja como la lesión de un disco intervertebral, lo cual trataremos a fondo en nuestra siguiente entrega y que puede llegar a requerir incluso tratamiento quirúrgico.
En otros contextos, el dolor de espalda baja puede aparecer sin estar relacionado con una lesión mecánica por alzar objetos pesados, sino que puede ser la manifestación de una enfermedad que se produce en otra parte del cuerpo, como un cálculo en la vesícula biliar o una pancreatitis. Como la vesícula biliar y el páncreas no se ubican exactamente en esta región anatómica, a este tipo de dolor se le llama “dolor referido” y es como lo que la gente conoce como “un cólico” o “un aire” metido en esa región.
Pero si el dolor lumbar ocurre en el contexto de una infección urinaria, manifestada frecuentemente como ardor al orinar o “chistate”, las alarmas deben encenderse, pues puede significar que la infección va subiendo desde la vejiga hacia los riñones y al llegar a estos puede extenderse por muchas otras zonas del cuerpo e incluso comprometer la vida, por lo que se recomienda consultar con un médico lo más pronto posible y evitar automedicarse.
Dependiendo del contexto en el que surja una lumbalgia siempre debe ser un médico el que examine e interrogue adecuadamente al paciente para orientar la posible causa y la mayoría de las veces brindarle un tratamiento vía oral o inyectado que alivie dicho dolor sin mayor complicación.