Dr. Maikel Vargas Sanabria
Profesor Catedrático, Universidad de Costa Rica / mvargassa@gmail.com
Cualquiera de nosotros ha tenido en su vida un dolor de cabeza. En términos médicos a este tipo de molestia se le conoce como cefalea y aunque parezca increíble existen más de 100 causas.
Aproximadamente 8 de cada 10 dolores de cabeza son benignos; es decir, su causa es algún trastorno transitorio y normalmente revierten con algún analgésico.
Una de las principales causas de dolor de cabeza es la cefalea tensional, que se produce por contracción de los músculos del cuello y del cuero cabelludo. Se asocia con situaciones de estrés y por lo tanto para prevenirla conviene practicar actividades relajantes y evitar la sobrecarga de trabajo durante el día, en la medida de lo posible.
En el otro extremo se encuentran las causas malignas del dolor de cabeza. Por ejemplo, cuando se produce por aumento de la presión dentro del cráneo, lo cual puede poner la vida en peligro, por el desarrollo silencioso de un tumor dentro del cráneo, tema del que hemos hablado en columnas anteriores.
Podría escribir páginas enteras refiriéndome a más causas de dolor de cabeza, como la migraña, que es padecida por un porcentaje elevado de la población costarricense y que se caracteriza por un dolor en la mitad de la cabeza, asociado en la mayoría de los casos con náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y sensación pulsátil, es decir, que se sienten como palpitaciones en la cabeza; pero conviene más alertar ciertos patrones que pueden orientar a que la causa del dolor sea una enfermedad maligna.
Se sospecha que una cefalea puede ser de origen maligno cuando tiene un inicio súbito y la intensidad es muy fuerte, o bien, cuando un dolor de cabeza se acompaña de otros signos neurológicos como disminución del estado de conciencia o convulsiones en alguien que nunca las ha sufrido previamente; se debe buscar de inmediato atención médica especializada.
Otros signos de alerta son, por ejemplo, un aumento progresivo de la intensidad, o sea, hoy comenzó doliendo poquito, mañana un poco más y pasado mañana todavía más; y si esto empieza a una edad media de la vida, entre 40 y 50 años, podría indicar con mayor razón una malignidad subyacente.
Finalmente, si un dolor de cabeza es capaz de despertar a alguien, también debe ser tomado en cuenta como signo de alarma.
Si persiste acuda al especialista en este tipo de dolores, de preferencia un neurólogo, quien estudiará la causa con exámenes complementarios.