La adopción del dólar como moneda única en el país se encuentra otra vez en la agenda pública debido a un proyecto de ley presentado por el diputado Jorge Dengo, mediante el cual se pretende que nuestro colón deje de existir.
La iniciativa daría un plazo de doce meses para que los costarricenses cambien sus colones por dólares. Cuando se venza ese plazo, el colón dejaría de tener valor legal de circulación en el territorio nacional.
La dolarización es la adopción de la moneda oficial estadounidense como único medio de pago. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce tres tipos de dolarización: de pagos, financiera y real.
En el caso de la de pagos, significa que los pagos en los comercios, salarios, entre otros. se hacen en dólares, aunque coexisten todavía algunas actividades donde la moneda local persiste.
El segundo tipo de dolarización representa a la financiera. En este caso los créditos y los ahorros se hacen en dólares, pero en la calle la mayoría de los pagos se hacen en la moneda local.
En los dos casos anteriores, sigue habiendo un Banco Central que define ciertas políticas. Pero en el tercer caso sería la dolarización plena, y en ella no solo desaparece la moneda local, porque deja de ser un medio de pago, sino que el Banco Central tampoco sigue existiendo.
PAÍSES QUE LO INCORPORARON
Son pocas las naciones independientes que tienen una dolarización absoluta o plena. En nuestro continente tenemos tres casos particulares: Panamá, que dolarizó desde 1904, aunque su moneda, el balboa, coexistió por gran parte del tiempo, pero con un papel secundario.
Luego, en el año 2000, Ecuador eliminó el sucre, adoptando el dólar como moneda de uso local. Un año más tarde le tocó el turno de desaparecer al colón salvadoreño.
Según el FMI las dolarizaciones son en muchos casos un reflejo de una historia de inestabilidad macroeconómica. En el caso de Costa Rica, no hay un problema de ese tipo.
VENTAJAS DE LA DOLARIZACIÓN
El economista Alberto Franco aseguró que un posible factor a favor de la dolarización consiste en que: “podría disminuir el riesgo cambiario y facilitar el cálculo económico y la toma de decisiones empresariales, en una economía que está muy vinculada a EE.UU. y al resto de la “zona del dólar”.
Leiner Vargas, economista de la Universidad Nacional, apunta en la misma vía.
“Se dice que habría mayor estabilidad monetaria, ya que el dólar es una moneda más fuerte y no sufre tantas apreciaciones y depreciaciones”.
El diputado proponente, Jorge Dengo, indicó en la exposición de motivos que esta iniciativa viene a combatir cierto rumbo de decisiones del Banco Central a la hora de establecer políticas monetarias, pues “las actuaciones pasadas del BCCR, demuestran una alta discrecionalidad en la toma de decisiones”.
PELIGROS
El FMI indica que no todo es color de rosa en el tema de la dolarización. “Esta hace que los sistemas financieros sean más vulnerables a riesgos de liquidez y solvencia”, apunta el máximo órgano financiero mundial. En pocas palabras, el Fondo quiere decir que un problema de ingreso de divisas en un país dolarizado genera una crisis de dinero.
Leiner Vargas encuentra otro problema: “a corto plazo habría que endeudarse para poder trasladar todos los pasivos del Banco Central (son los dineros que los ahorrantes depositaron en colones) y convertirlos en dólares”.
Por su parte, Alberto Franco apunta que: “la dolarización significaría adoptar la política monetaria de un país, cuya dinámica económica no necesariamente estaría siempre sincronizada con la de Costa Rica”.
Franco pone por ejemplo que en estos momentos Estados Unidos trata de controlar su inflación, por lo que intenta subir sus tasas de interés. Nuestro país, por el contrario, se encuentra más bien buscando reducir esas tasas, por lo que, siendo una economía dolarizada, ese incremento de las tasas en EE.UU. se vería reflejado en el país.
Reforzando esto, la economista Elizabeth Morales cree que no es el momento de pensar en dolarizar, por cuanto esa medida traería como consecuencia “choques externos que serían impactos muy directos a nuestra economía y eso podría provocar que fuertes efectos, hacia el bolsillo de los costarricenses, sobre todo en los de los más pobres”.