El arrastre de materias sigue siendo un dolor de cabeza en muchos centros educativos, donde no ha sido posible acomodar el horario lectivo para que los estudiantes puedan aprovechar al máximo esta posibilidad.
Lo anterior ha llevado a que los docentes, representados por sus grupos sindicales, sigan abogando por que esto se elimine, pues en lugar de un remedio se ha convertido en una enfermedad que desmotiva a los jóvenes para que sigan estudiando.
Ana Doris González, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), aseguró que en la práctica este sistema ha traído más problemas que beneficios, pues hay estudiantes que entran a las 7 a.m. a la primera lección y deben esperar 2 o 3 horas a que impartan la segunda materia que perdieron.
La idea del arrastre era que quienes perdieran una o más materias en las convocatorias, en lugar de tener que repetir todo el año, solo deban asistir a esas que no aprobaron e ir adelantado las que sí ganaron.