La Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2024, que se realizó el pasado mes de julio, muestra que un 18% de los hogares costarricenses viven en pobreza. Si bien la cifra es alta, es la más baja registrada desde el 2010 y revela una reducción significativa en relación con el dato de 2023, cuando la pobreza se estimó en 21,8%.
La Enaho también revela que el porcentaje de hogares en pobreza extrema es de 4,8%. Esto significa una disminución de 1,5 puntos porcentuales con respecto al 2023, cuando se estimó en 6,3%.
Se considera un hogar pobre aquel que no puede satisfacer necesidades básicas alimentarias y no alimentarias. Se considera un hogar en pobreza extrema aquel que no puede ni siquiera satisfacer sus necesidades básicas de alimentación.
Según el Enaho, una de las principales causas de la disminución de la pobreza obedece al crecimiento del ingreso. Sin embargo, llama poderosamente la atención la magnitud del crecimiento de ingreso per cápita en las zonas rurales, en particular el Pacífico Central, Brunca y Huetar Caribe que crecieron 22,7%, 22,1% y 11,9% respectivamente cuando el promedio nacional fue de apenas 7,1%. En estas regiones no hay ni inversiones extraordinarias, ni crecimiento en las transferencias de entidades públicas que puedan explicar semejante incremento.
Algunos especulan que dicho crecimiento extraordinario de los ingresos encuentra explicación en el narcotráfico.
Preocupa que, desde inicios de su gestión, el Poder Ejecutivo ha tomado una serie de medidas que son claramente permisivas con el narcotráfico. Por ejemplo, en setiembre de 2023 el Ministerio de Seguridad tomó la decisión de sacar a la Policía de Control de Drogas (PCD) de las zonas fronterizas, puertos y aeropuertos para sustituirlos por oficiales de la Fuerza Pública.
En octubre de 2024, el Ministerio de Seguridad ordenó el traslado de la Academia del Servicio Nacional de Guardacostas, ubicada en Quepos, a las instalaciones de la Academia Nacional de Policía, en Pococí, Guápiles donde no hay mar. Además, entre junio y julio de 2023 se ordenó trasladar el grupo de Guardacostas que permanecía en el puesto de Sixaola en el Caribe Sur para trasladarlo al centro de Limón donde es menos efectivo.
De acuerdo con el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), del año 2015 al 2020, el decomiso de cocaína pasó de 17 toneladas a más de 47 toneladas. Sin embargo, desde que el presidente Chaves asumió el poder, las cifras han caído significativamente. Durante 2024, apenas se han decomisado un poco más de 6 toneladas.
Nos alegramos con la disminución de la pobreza. Sin embargo, deseamos que no sea a costa del narcotráfico.
*Economista