Tanto la tónica como el discurso de la actual Administración están repletos de violencia y chabacanería. Así lo aseguró el expresidente de la República Luis Guillermo Solís, en el espacio “Asiento Extra” de Extra Radio, en el 92.3 FM.
Solís subrayó que la línea discursiva de Casa Presidencial está “cargada de violencia y crispación” exacerbada por una retórica llena de “mucha desinformación”, así como de “medias verdades y mentiras”.
“Es un año difícil. La ciudadanía deberá tener mucho discernimiento, porque la confusión está reinando en muchos campos”, señaló el exmandatario, quien afirmó sentirse sorprendido por el manejo que ha tenido el presidente Rodrigo Chaves respecto a los Poderes del Estado, la institucionalidad y al ejercicio del poder.
“Yo no creo que los costarricenses seamos gente ordinaria o violenta, que le guste la rencilla y generar escándalo. No creo que tengan un discurso de peleadores de cantina. El Gobierno es pachuco, desabrido y ordinario.
La forma como ha tratado a algunos diputados, como desprecia la opinión de sus propios ministros y se burla de sus opositores políticos. ¡Todo eso es ordinario, chabacano! La investidura presidencial tiene que ser administrada con mucha sabiduría”, aseveró.
El expresidente precisó que el Ejecutivo tiene interés en lesionar algunas instituciones sin proponer alternativas.
Solís estimó que Chaves “toma el enojo y el cabreo del ciudadano común” para “elevarlo a una campaña de crisis sistémicas”.
“No estamos muertos”
En el mismo espacio radial, el exgobernante 2014-2018 negó que el Partido Acción Ciudadana (PAC) “esté muerto”, tal y como han asegurado distintos actores políticos.
“(…) Yo he visto muchos muertos que gozan de muy buena salud. El PAC no está muerto, es decir, estamos honrando el pago de las condenas que el partido sufrió, estamos presentes en las encuestas con números pequeños”, sostuvo.
Si bien reconoció que la ciudadanía le cobró a dicha agrupación “errores” de las dos Administraciones rojiamarillas, destacó que muchas de las obras y medidas fiscales de las que goza el actual Gobierno provienen precisamente del PAC.