Los legisladores terminaron a los gritos y con amenazas por el plan de vuelos baratos a Centroamérica y República Dominicana.
La iniciativa, impulsada por el liberal Eliécer Feinzaig, plantea que el costo de los tiquetes para volar a cualquier país de la región no pase de $100 (ida y vuelta) o en su defecto $50 (solo ida).
En el caso de República Dominicana la tarifa sería de $120 (ida y vuelta), mientras que en una sola vía costaría $60.
No obstante, el oficialismo aseguró que la propuesta será nociva para la economía y el turismo local. Asimismo, acusó a la oposición de “beneficiar élites”.
Cuando hablaba el oficialismo, la oposición hacía caras; cuando esta se refería al proyecto, los diputados de Gobierno lanzaban señalamientos, hacían pucheros y hablaban más fuerte para interrumpir las disertaciones.
Uno de los puntos de tensión fue cuando Ariel Robles acusó al oficialismo de ser “la imagen de la corrupción”, a lo que Pilar Cisneros acusó que el Frente Amplio (FA) y demás fracciones de ser “defensores de las castas” que dañaron al país.
Igualmente, el oficialista Daniel Vargas exigió a Gloria Navas que dejara de hacerle “malas caras”, a lo que Robles le respondió que era un “machista y misógino”.
Conforme iban pasando los minutos, las tensiones y los adjetivos iban en aumento. Algunos de los que se escucharon en el plenario son: “mentirosa, patológica”, “manipulador”, “corruptos” y “economista de tercera”, entre otros.
Pasadas las 7:00 p.m. tuvo lugar uno de los momentos de mayor tensión que obligó a levantar la sesión: Ada Acuña, señalando al Partido Liberación Nacional (PLN), mandó callar a la verdiblanca Dinorah Barquero.
La legisladora la retó que “viniera a su curul y lo hiciera”, mientras que otros congresistas frenaron a Acuña, quien se dirigía al escaño.
En medio de gritos y señalamientos, Carlos Felipe García, quien dirigía el Congreso, consideró que no se podía continuar y se vio obligado a concluir la sesión.
El proyecto de ley volverá a discutirse este martes.