París. (AFP)- Miles de aficionados vestidos de blanco, con un pañuelo rojo anudado al cuello, asisten como cada verano a las corridas de toros en el sur de Francia, una práctica que un diputado de la nueva Asamblea espera prohibir.
\”La corrida es un espectáculo inmoral, que ya no tiene cabida en el siglo XXI\”, asegura el diputado antiespecista Aymeric Caron, quien confirma a la AFP su intención de presentar una proposición de ley esta semana, antes de la pausa parlamentaria estival.
Francia no escapa al debate latente en el resto de países con corridas: España, Portugal, Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela. En junio, un juez mexicano las suspendió de forma indefinida en la Plaza México, la más grande del mundo.
La iniciativa de Caron no es la primera que busca prohibir en Francia las corridas, pero ninguna de las presentadas desde 2004 prosperó, quedándose simplemente en su registro sin llegar a haber un debate parlamentario ni votación al respecto.
Caron confía en que, en esta ocasión, los diputados podrán debatirla en \”noviembre\”, pero primero debe convencer a su grupo Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) para que le dé prioridad y buscar aliados para prohibirlas. Su objetivo es modificar el artículo 521-1 del Código Penal, que castiga el maltrato animal con hasta 5 años de prisión y 75.000 euros de multa (76.750 dólares), pero que permite las corridas cuando \”una tradición local ininterrumpida\” puede invocarse.
La exención se aplica en el tercio sur de Francia, ya sea en el suroeste próximo a España en torno a las plazas de Bayona, Dax, Mont-de-Marsan y Vic-Fesenzac, o a orillas del Mediterráneo, alrededor de Nimes, Arlés o Béziers. \”No es una tradición francesa, es una tradición española que se importó a Francia a mediados del siglo XIX para complacer a la esposa de Napoleón III (Eugenia de Montijo), que era andaluza\”, asegura el parlamentario por París, para quien tampoco es \”arte\”.