Las personas que visitan el Parque de Alajuela estaban con la peluca parada porque tenían como 22 días de no ver a Luis Ángel Jiménez, conocido como “Maraquero”, precisamente por eso DIARIO EXTRA se dedicó a buscarlo y su hermana dio la buena noticia de que a pesar de que estuvo hospitalizado, se encuentra bien de salud y lo mejor de todo, bien chineado.
Hace unos 15 días fue ingresado al hospital alajuelense con un problema en un pie, pero es tan inquieto que se escapó, lastimosamente llegó al lugar donde da las serenatas un poco desubicado y debido a lo débil que estaba cayó nuevamente en cama.
De ahí fue sacado por unas trabajadoras sociales que lo andaban buscando hasta debajo de las piedras, pues algunos vecinos habían informado que una “novia” con la que vivía lo maltrataba y al parecer le quitaba el dinero de su pensión y de las serenatas que daba en el parque.
Gracias a Dios actualmente está en un centro ubicado en Naranjo, donde tratan de estabilizarlo tanto física como anímicamente para devolverlo a su familia cuando esté con toda la pata.
SERENATAS EN EL PARQUE
Este hombre de 53 años se dedicaba a serenatear a quienes visitan el parque alajuelense, cobraba dependiendo de la canción, de los tonos que usara y hasta de la cantidad de sacudidas que daba a las maracas.
Estas eran contratadas por estudiantes, mujeres y hombres, entonces este oriundo de Grecia se les paraba a la par a cantarles, algunos se levantaban soplados tratando de huir, entonces eran perseguidos por todo el lugar.
Les iba mejor a los que se quedaban quediticos escuchando la dedicatoria de la canción porque el bañazo era menor.
CONOCIÉNDOLO A FONDO
DIARIO EXTRA se dio a la tarea de buscar a su hermana Adita Jiménez Castro para que nos contara más del estado de salud de “Maraquero” y algún que otro detalle que algunos desconocían.
¿Cuánto tiempo tiene su hermano de trabajar como maraquero?
– Más de 25 años. Es algo que le gusta mucho, más cuando canta la canción que dice “Que se mueran los feos, toditos los feos”, es la más cara porque decía él que tenía que hacer doble tono de voz.
¿Por qué las maracas?
– Siempre le ha gustado cantar, desde los 6 años, cuando mi papá iba a ordeñar el ganado, él siempre iba cantando en una finca que teníamos en Sarapiquí, luego me fui a Ciudad Quesada y ahí me regalaron unas maracas, desde ahí empezó el repertorio ya cantando con maracas.
¿Dónde se aprendió las canciones?
– La mayoría del repertorio lo aprendió escuchando de pequeño las canciones que mi mamá cantaba mientras realizaba el oficio de la casa.
¿Cuánto cobra por una canción?
– Eso depende, de ¢500 en adelante.
¿Quiénes son sus mejores clientes?
– Los estudiantes, por supuesto los del Instituto de Alajuela, pagan muy bien, y la gente de la Municipalidad.
¿Quiénes le piden más canciones, las mujeres o los hombres?
– Él decía que eso está muy parejo, ya que ahora a las mujeres no les da vergüenza mandarle una serenata al hombre que les gusta.