El diálogo no es la suma de los malos entendimientos, no, son los diálogos tampoco un encuentro de sordos. No, el diálogo tiene algo fundamental: crea esperanzas.
El diálogo urge de una buena y correcta comunicación. Hay que saber decir lo que no nos parece, pero también el diálogo político es de fundamental importancia para construir puntos de encuentro y saber buscar el hilo fundamental del encuentro, que es lo que Costa Rica necesita hoy.
El diálogo no es atacar con patadas, al contrario. Es saber tener buenas entendederas, para poder enderezar los puentes de la incomunicación.
Generar el buen entendimiento merece el respeto de saber escuchar a la contraparte, al contrario, o al que no quiere saber nada de nosotros.
Diplomático*