Se vive la misma tónica todos los años en el país: inicia agosto y de repente todo es regalos para mamá. Las personas se acuerdan más de lo normal de aquella persona que por lo general resulta la más importante de su vida, le preparan celebraciones diversas, desde almuerzos hasta viajes. Mamá se convierte en el centro de atención.
Pero ¿qué pasa cuando simplemente ya no se puede celebrar? Cuando, por cuestiones de la vida, la madre ya no está para festejarla y hay que visitarla a un sitio donde ya no se encuentra en realidad. Para paliar el dolor de quienes han perdido a esta figura significativa y deben sobrellevar días cargados de recordatorios de quien está ausente, DIARIO EXTRA contactó a la psicóloga Sofía Jiménez. Enseguida, un extracto de la entrevista que brindó a este medio.
En esta época de agosto empiezan las celebraciones del Día de la Madre. ¿Cómo se le puede ayudar a quienes perdieron a su mamá para gerenciar su tristeza debido a los múltiples recordatorios del ser querido ausente?
– Agosto es un mes en que se suele honrar y dedicar a las madres con distintos gestos, es una fiesta que las personas pueden vivirla con flores, canciones, comidas, reuniones familiares en torno al Día de la Madre, pero qué pasa cuando esta persona especial llamada mamá ya no está. Pues bueno, depende mucho de si mamá falleció hace poco o hace varios años, lo importante a considerar es que un duelo, para todas aquellas personas que lo estén atravesando de manera reciente es un proceso psicológico en que las personas nos enfrentamos a tener una pérdida. Es un proceso de adaptación emocional a una nueva realidad y lleva muchos cambios psicológicos, emocionales, de conducta que es importante considerar.
¿Cómo se pueden manejar estas emociones para que no afecten otras áreas significativas de la vida?
– No hay una única manera de gestionar el duelo, la pérdida la gestiona cada persona desde su realidad y con el paso del tiempo, con redes de apoyo, autocuidado, la persona logra desarrollar mecanismos que le permitan asimilar esta ausencia y le permite hacer más llevadera la fecha del Día de la Madre, quizá requiera acompañamiento psicológico. ¿Qué se puede gestionar ahora que está cerca la fecha? Gestionar ese día no estar solos. Buscar compañía, un ser querido, reunirse con los hermanos, con el papá, con alguna persona para no pasar en soledad. Mecanismos hay muchísimos, lo importante es que la persona logre sacar aquel impacto emocional. Puede ser desde recordar a la persona con fotos, videos, conversar con familiares sobre ese ser querido, recordar anécdotas, llorar. Habrá personas que necesitan sacar esa tristeza y lo importante es que el proceso en estas fechas siempre suele remover más la sensibilidad de las personas.
¿Qué mecanismos son válidos y cuáles pueden ser perjudiciales?
– La persona es una unidad, tenemos diferentes dimensiones, una física, una psicológica, una social y una dimensión trascendental, todo aquello que nos genera plenitud. Entonces, cuando pasamos por un duelo, inevitablemente afecta a la persona en todas sus dimensiones. Se recomienda que la persona vaya sacando estos recuerdos y emociones sabiendo que afectarán en mi rendimiento y mi día a día.
Por ejemplo, si hablamos de una pérdida reciente, hace un año o menos, es normal que la persona vea afectación en su vida, que no duerma mucho o duerma de más, alteraciones en la alimentación, cuesta más concentrarse, lo válido es buscar maneras sanas de sacar el dolor. Se deben buscar actividades que generen plenitud, placer. Hay personas a las que se les facilita escribir, pueden hacer una carta o poema que les permita elaborar las emociones e ir sanando. ¿Qué es perjudicial? Pues todas aquellas acciones que impliquen un descuido de la persona. Por ejemplo, la falta de higiene personal, no bañarse, descuidar la alimentación, aislarme.
Psicológicamente, ¿qué significa la madre? ¿Por qué duele tanto esa pérdida en particular?
– Pues la mamá es la persona que está más cerca desde las etapas iniciales de la vida. En la mayoría de los casos es la persona que, desde muy pequeños, en unión al padre, nos protegen, nos quieren, nos cuidan, nos dan ese ambiente emocional de familia, y van ayudando en la construcción personal y emocional de los hijos, por eso, tanto mamá como papá cumplen un rol fundamental en el constructo de la personalidad, en el impacto emocional de las personas.
Por ello naturalmente mamá tiene un rol esencial desde las cosas más prácticas y pequeñas, de los pedidos de atención de la infancia con el paso de los años se va tornando en una figura de consejo, compañía, contención emocional, cariño, de amor incondicional. Y algo muy lindo, en el camino se van construyendo recuerdos, memorias, ese banco afectivo entre la madre y los hijos, ese vínculo que se va trabajando, es muy importante y personal. El vínculo es muy distinto, no hay una regla universal, pero cada hijo o hija va desarrollando apegos tanto con mamá como con papá. Por eso cuando llegan a faltar se pierde un vínculo altamente significativo. Alguien que impactaba la vida de forma positiva, por eso duele tanto.
Para casos de pérdidas recientes, ¿podría por favor comentar las etapas de duelo para que las personas sepan qué podrían experimentar?
– Las etapas del duelo, podemos recordar que pasamos por etapas que no son lineales sino dinámicas, puedo ir de una a otra y volver varias veces. Pasamos por momentos de negación, confusión de lo que está pasando y no se procesa bien. Uno a veces oye que la gente dice que parece mentira, si ayer conversábamos y ya no está con nosotros. También es normal una etapa de ira o enojo, y se palpa generalmente con conductas groseras hacia uno mismo o hacia los demás.
El enojo es muy palpable con momentos de dolor, así se disfraza este malestar. También hay una etapa de tristeza, donde se manifiesta ese desasosiego, dolor interno, ante cualquier recuerdo de esta pérdida. También negociación, la mente trata de conciliar la realidad. Qué dice la gente entonces, “bueno, ya, mejor que falleció porque está descansando, consiguió lo que buscaba en la vida”. La mente busca frases que le den esperanza a la persona. Y finalmente aceptación, culmina con un estado de calma, cuando ya la persona ha pasado por un año o año y medio de elaboración. Luego de esta etapa, la persona es capaz de recordar al ser querido sin sufrimiento.
Y, en casos que las personas parecen no avanzar en estas etapas pese a que haya pasado tiempo, ¿qué se puede hacer?
– Si pasado un año y medio la persona persiste con pensamientos, comportamientos, emociones, que vea que no puede retomar su vida, es importante que acudan a un profesional en salud para que ayude en el proceso psicológico y valorar si hay un trastorno de depresión o ansiedad y apoyarse en un psiquiatra en la debida medicación, para que la persona pueda salir.
¿Y qué no es correcto? Pensamientos como “no voy a lograr recuperarme de la muerte de mi mamá” o “no voy a ser la misma persona”. No es sano intentar olvidar a ese ser querido con el fin de no sufrir. A veces, por ejemplo, no es sano que las personas intentan ocuparse muchísimo para evadir el dolor, entonces refugiarse demasiado en el trabajo u otras actividades que no me permitan afrontar la situación no es sano. Tampoco el abuso de alcohol o medicamentos. El cuerpo habla, puede haber síntomas somáticos, como dolores de estómago o cabeza.