Un proyecto de ley aprobado en el Congreso devolvería el Impuesto al Valor Agregado (IVA) cuando se realice la compra de equipos tecnológicos, celulares, computadores o útiles escolares para estudiantes de todo el país
El texto, impulsado por el diputado de Nueva República (NR) José Pablo Sibaja, fue respaldado por 42 legisladores.
Así, el texto plantea que el Ministerio de Hacienda genere un sistema de devolución del impuesto a los hogares que se encuentren en condición de pobreza, de acuerdo con la clasificación socioeconómica emitida por el Sistema Nacional de Información y Registro único de Beneficiarios del Estado (Sinirube)
Así, aplicaría para materiales escolares, uniformes, celulares, computadora o tableta adquirida en beneficio de cada estudiante matriculado en un centro de enseñanza primaria o secundaria cuyo precio no supere un salario base (¢462.200).
Para recibir la devolución del impuesto, se deberá contar con el comprobante electrónico en que se consigne la adquisición de los bienes detallados en este artículo y los datos de identificación del beneficiario.
“Esto traerá un beneficio para las familias con más dificultades. La inversión que se debe hacer en la cuesta de enero es muy grande y este texto no solo beneficiará a los más golpeados, sino que, además, no golpeará al erario”, dijo Sibaja en control político.
De acuerdo con datos del IMAS, hay 249 mil estudiantes en pobreza y unos 284 mil más en pobreza extrema.
¿Cómo se devolvería?
El texto de ley señala que la Administración Tributaria tendrá que verificar que la cédula de identidad del beneficiario haya sido registrada en el comprobante electrónico.
Además, el documento de identidad tendrá que estar vinculado a un hogar en situación de pobreza y corresponderá también a la Administración corroborar que los bienes adquiridos y detallados correspondan a los descritos en la factura.
El Ministerio de Hacienda devolverá mensualmente bajo la modalidad de pago electrónico.
“¡Esto llegará a las personas que más lo necesitan! Para muchos, ¢10.000 o ¢15.000 no es nada, pero para las personas con ingresos menores, puede significar mucho: Pasajes, arroz, frijoles o alguna otra cosa (…) Esto dinamizará la economía. ¡Es un respiro!”, sostuvo el diputado.