Las deudas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) superan los $4600 millones. Al tipo de cambio actual serían más de ¢3 billones.
Así lo dijo su presidente ejecutivo Marco Acuña ante los diputados de la Comisión de Energía del Congreso.
En su presentación precisó que los ingresos anuales del ICE alcanzan los $2.300 millones, no obstante, la deuda institucional llega a $4.600 millones, por lo que se necesita implementar “planificación” y ajustes.
“Se necesita una agenda energética. Antes había un actor del mercado y la planificación del ICE era la del país. Ahora hay muchos otros actores, que actúan fuera de esa planificación.
Hay que pensar en lo que conviene al país, debe haber una planificación centralizada que sea vinculante para todos, realizada por un actor independiente”, manifestó.
“El actual modelo eléctrico de Costa Rica está obsoleto y es peligroso para el país y para el ICE (…) Antes, cuando solo existía el ICE, la planificación era la del país, pero ahora otras empresas construyen fuera de esa planificación y el papel del ICE se ha desactualizado.
Más que un tema de ser juez y parte es ver qué le conviene al país porque al final esas inversiones las pagan los consumidores”, añadió.
También planteó cambios a lo interno del ICE. Uno de ellos es que el despacho nacional de electricidad deje de estar en manos del Centro Nacional Control de Energía (Cence).
“¿Qué proponemos ahora? Se requiere un ente que vele por los intereses de todos los actores y ejecute un despacho vinculante, liquidando las transacciones de energía, potencia y servicios auxiliares entre los actores del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El Cence no se pensó que fuera operador del Sistema, operador del mercado, que se encargara del despacho nacional de electricidad”, declaró.
NO MÁS SUBSIDIOS
Acuña precisó que la institución que preside no seguiría subsidiando actividades económicas que usan servicios auxiliares.
“La reserva son 200 megavatios, es como tener un carro encendido, pero sin meterle el gas (…) Esto tiene costos, pero no recibimos ingresos, costos que van a la tarifa.
La reserva fría son 496 megavatios, que es el térmico, que hoy se encuentra apagado y solo se enciende uno o dos meses, cuando hay escasez de agua, viento y sol. Esto cambiará a corto plazo porque va a haber sobreinstalación de energía en la región”, indicó.
“Vamos a retirar de la base tarifaria y de la operación 226 megavatios de generación térmica, como una medida para reducir el respaldo, pero también ahorrarnos ¢30.000 millones al año”, acotó.
Finalmente, el jerarca manifestó que en 10 años el ICE espera subir a 14.000 megavatios y se necesita hacer inversiones para aplicar el plan de descarbonización.
“Hay que migrar a modelos tarifarios más flexibles”, concluyó.