E
l Ministerio de Hacienda dio un paso en favor de la salud pública de Costa Rica luego de destruir por completo un millón de cigarrillos que se encontraban en estado de abandono.
El ente se deshizo del producto en un relleno sanitario ubicado en la comunidad de Aserrí, en la provincia de San José.
La Policía de Control Fiscal (PCF) y la Aduana de Paso Canoas del Ministerio de Hacienda se encargaron de eliminar la millonada en cigarrillos, que no eran de contrabando, pero habían perdido su fecha de validez para ser consumidos.
Desde Hacienda aseguran que no podían poner en riesgo la salud de muchos costarricenses, pese a ser cigarrillos que cumplían los requisitos legales.
“Al igual que lo hacemos con otras mercancías de contrabando y comercio ilícito, en este caso se recomendó la destrucción de los cigarrillos, que por sus características no pueden ser rematados ni donados, y que, por su naturaleza, podrían atentar contra la salud pública”, expuso Jacqueline Soto, directora de la PCF.
Las autoridades utilizaron una maquinaria pesada (back hoe) para lograr destruir toda la mercancía que tenían acumulada.
Ninguno de los cigarrillos quedó intacto, para evitar que alguna persona se acercara al botadero a intentar consumirlos, para lo cual se hizo una verificación de la Fuerza Pública y personal aduanero.
Los cigarrillos contienen más de 4.000 sustancias, muchas de ellas tóxicas y cancerígenas, de ahí que las autoridades no lo pensaron mucho para destruir el producto en el botadero.
Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud, Costa Rica registra al menos 2.000 muertes por problemas relacionados con el consumo de cigarros.
Por otro lado, un estudio de Total Research Network, empresa líder en investigaciones de mercados centroamericanos, indica que el 45% del consumo total en Costa Rica de abril a junio del presente año corresponde a cigarrillos ilegales.
Otro dato sorprendente es que cinco de cada diez cigarrillos se distribuyen en el país por bandas ilegales.