En Japón ante cualquier mínima sospecha de corrupción o incapacidad para gobernar, el Primer Ministro renuncia y enfrenta a la justicia. Naoto Kan renunció a su puesto. Antes de Naoto Kan había estado Yukio Hatoyama, quien también había renunciado. En Palestina, el primer ministro, cuyo ejecutivo gobierna en Cisjordania, renunció al cargo por diferencia con el presidente Abbás y sospechas de corrupción. En la ex República Soviética de Georgia, hoy independiente, la ministra de Exteriores, Eka Tkeshlashvili, y su colega en la cartera de Defensa, David Keserashvili, fueron destituidos por supuestos actos de corrupción y porque “no dieron la talla” en los cargos que ostentaban. En Portugal, Fernando Lima, de 59 años, asesor de Comunicación del presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, ha sido destituido de forma fulminante tras la denuncia de supuestos actos de corrupción. En Rusia el titular de Finanzas, Alexéi Kudrin, fue destituido simplemente tras un enfrentamiento verbal con el Kremlin. En Taiwán El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el general Husein Tantawi, destituyó al gobierno del Primer Ministro Kamal al Ganzouri y formó un nuevo ejecutivo simplemente porque NO cumplieron con las labores de gobernar correctamente y supuestos actos de corrupción. Así sucede en la inmensa mayoría de democracias del mundo. En Estados Unidos, una simple sospecha de corrupción, una frase mal dicha o un comentario indebido, es sinónimo de que quien quiera que sea, debe irse y si se está postulando para un puesto en el ejecutivo o la Corte Suprema, el Congreso lo veta para siempre. El que NO sirve y es corrupto o hay sospechas de corrupción y de corromper desde su escritorio, simplemente debe irse y enfrentar la justicia.
En COSTA RICA: ante cualquier sospecha de incapacidad de gobernar o de poner en peligro la estabilidad social, política, económica y de las relaciones internacionales del país, ante acusaciones de corrupción serias y a veces hasta comprobadas, cuando desde el Congreso se señalan con nombres y apellidos a supuestos responsables de corrupción, simplemente se les traslada de puesto, se les “premia” con trasladarlos a otros ministerios y el Gobierno en pleno arremete contra la prensa, contra los diputados (as), donde también más de uno debería haber renunciado desde hace mucho tiempo. La fiscalía NO hace nada y “engaveta” los expedientes a ver si expiran las causas, el partido de Gobierno simplemente sigue aspirando a continuar en el poder y la población, como “zombis” sólo esperan para ir a votar por los mismos, para lo mismo y luego quejarse de lo mismo. Un gobierno FIRME Y HONESTO debería “sacar” a los supuestos responsables de haber puesto al país ante una seria amenaza con su vecino del norte, haber permitido que se perdieran poco más de 40 mil millones de colones y haber destruido cientos de hectáreas de bosque, habernos puesto en serios aprietos con Nicaragua y gastar millones de dólares en defender al país ante la Corte Internacional de Justicia de forma innecesaria y correr el riesgo de perder parte de nuestro territorio, amén del ridículo en la OEA, entre muchas otras barbaridades. Por mucho menos de lo anterior, en países serios, con gobiernos firmes contra la corrupción, más de uno ya debería haberse ido a su casa sin antes dejar de pasar por los tribunales y cárceles. De usted dependerá por quién votar en las próximas elecciones…