Un desgraciado que sin piedad se metió a una propiedad privada interrumpió la vida de una vaca y la de la criatura que llevaba en su vientre para aprovechar su carne y venderla en negocios.
Fue por medio de una llamada telefónica de un vecino que vio al tipo lleno de sangre y cortando la vaquita preñada que la policía logró detenerlo cuando alistaba la carne para llevársela.
El hecho se produjo en Ojo de Agua de Ciudad Cortés, Osa, donde cayó el hombre de apellido Picado con todos los instrumentos utilizados para acabar con la res, entre ellos una segueta y varios cuchillos.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial y funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) llegaron al lugar, el sujeto había sacado el ternerito y preparado varias bolsas con su mercadería para las carnicerías.
Jorge Conejo, doctor del Senasa, dijo que eran al menos 350 kilos de carne, los cuales decomisaron y posteriormente debieron enterrar en el relleno sanitario de Osa porque estaban contaminados.
Las autoridades están muy preocupadas, pues el destace y transporte ilícito de animales para la venta y consumo humano está en aumento en la zona, por eso solicitan a la ciudadanía que denuncie delitos como este.
Picado quedó en libertad pero ligado al proceso por destace y transporte de animales.