Ciudadanos han perdido confianza en instituciones
La conmemoración del Día de la Democracia Costarricense y el 75 aniversario de la Constitución Política, más allá de motivo de celebración, es un momento de reflexión para los costarricenses, pues nuestro sistema democrático sufre cada vez más erosiones, según afirman expertos y exmandatarios.
Con más de 330 instituciones públicas, los ciudadanos pareciera que cada vez confían menos en ellas y se alejan de lo público, pues hay un “deterioro” de las libertades básicas, un incremento de las desigualdades y un aumento en las tendencias autoritarias, según indica Rotsay Rosales, coordinador del Observatorio de la Política Nacional de la Universidad de Costa Rica.
“Una de cada cinco personas vive en condiciones de pobreza; el deterioro de la tolerancia política; el aumento de la intolerancia hacia la otredad y hacia la diferencia; el aumento de tendencias autoritarias, no solo de parte de los gobernantes, sino de nosotros mismos.
Los incrementos de la violencia y en la seguridad ciudadana ocasionan un proceso de erosión considerable en nuestra propia democracia en al menos los últimos 30 años”, declaró a DIARIO EXTRA.
De acuerdo con el experto, la falta de respuestas por parte de las instituciones nacionales ha generado un desgaste en la confianza de los costarricenses, pues observan que no dan soluciones a los problemas que les aquejan a diario.
“La democracia suponía, y sigue suponiendo hoy, mejores condiciones de calidad de vida para las personas demócratas y para toda la población, y además condiciones de mayor desarrollo humano para cada uno de los países que lo implementan”, aseguró.
Misma situación señala el Estado de la Nación, el cual en 2022 indicaba que el combate a la corrupción y el involucramiento ciudadano en las decisiones políticas eran dos de las falencias de nuestro sistema democrático.
“¿Cuáles son estas nuevas dinámicas que le hacen falta a la democracia? Todos los temas relacionados a cómo procesar los conflictos y las diferencias, las divisiones sociales, la polarización incluso es uno de los aspectos fundamentales, la desinformación, la transformación que tiene el sistema de partidos políticos”, especificó Ronald Alfaro, investigador de ese programa.
El hecho de que continúen este tipo de conflictos es lo que aleja a los ciudadanos, según comenta el investigador, pues “la institucionalidad es todo aquello que hace posible que los principios democráticos se puedan concretar en nuestra vida cotidiana.
Bueno, si tenemos una diferencia, un conflicto, una dificultad, ¿cómo procesar esas diferencias y esos conflictos de manera tal que podamos seguir conviviendo de una manera pacífica?”.
Lo que alguna vez fue “la democracia más consolidada de la región”, según analistas internacionales, hoy pareciera quedarse corta para ayudar a los costarricenses que viven en realidades difíciles, que requieren justicia pronta y cumplida, o que quieren acceder a una vida de calidad.
“El verdadero problema es que no están dando los resultados que la gente necesita y no están dando los resultados que la gente necesita en virtud de los gobiernos que uno sí y el otro también, a lo largo de los últimos 30 años, han sido básicamente lo mismo, han deteriorado la prestación de servicios y de bienes”, explicó Rosales.
Como voz oficial, y encargada de defender bajo juramento la democracia nacional, Laura Fernández, ministra de la Presidencia, señala que su administración enfrenta tres grandes retos: devolver la credibilidad al costarricense, generar un sistema de justicia eficiente y una valoración sobre la vigencia de la Carta Magna.
“El pueblo de Costa Rica ha vivido un desgaste importante por instituciones públicas que no generaron los resultados, que no generaron el valor público, que fueron sujetas a casos de corrupción que le han causado muchísimo daño a nuestro país”, declaró a este medio.
“Una discusión importante que debemos dar como país es si continuar haciéndole reformas parciales o si ha llegado la hora de generar una Asamblea Nacional Constituyente para volver a traer a reflexión el modelo de Estado que todos queremos para nuestro país”, concluyó la ministra, sin embargo, esto no es visto con buenos ojos por los expertos.
“En muchos países con tradición democrática las convocatorias a procesos constituyentes han significado no necesariamente la profundización y mejora de la democracia, sino la vuelta al autoritarismo.
Aquí en Centroamérica tenemos ejemplos de eso”, señaló el coordinador del Observatorio de la UCR.
“Hay varias constituciones en el mundo que sobreviven periodos muy largos siendo modificadas solo parcialmente. Costa Rica, incluso, cuando se aprueba la Constitución del 49 en buena medida está fundamentada en la Constitución de 1871, entonces no se trata de empezar de cero”, concluye el investigador del Estado de la Nación.
Con 203 años de independencia, un periodo de democracia ininterrumpida de 75 años y una Constitución Política de tres cuartos de siglo, ponernos a pensar en los retos que enfrenta nuestro sistema es una sana práctica para entender el futuro que queremos.
¿CUÁLES SON LOS RETOS?
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