Un total de 65 familias de escasos recursos fueron desalojadas de sus viviendas tras 12 años de habitar en una finca privada de Costa de Pájaros en Manzanillo, Puntarenas.
La propiedad lleva por nombre La Ceiba, donde vivían 90 personas en 48 edificaciones, en su mayoría construidas con madera y láminas de zinc.
“Ahora aparecieron de la noche de la mañana sin previo aviso y en estos momentos hay familias angustiadas, con cierto grado de histeria y con problemas psicológicos, porque es realmente una injusticia que después de tantos años aparezca alguien como representante queriendo sacar a las personas”, dijo Filemón Alvarado, representante de las familias.
El desalojo se respaldó en una orden judicial que contó con la presencia policial. “Todo inició a las 06 horas. Todas las familias saben que tienen que empezar a buscar la posibilidad de vivienda con algún familiar, igualmente acá estuvo el IMAS haciendo su trabajo para buscar una solución inmediata”, informó Ericka Madrid, directora regional de la Fuerza Pública de Puntarenas. Las familias ruegan a las autoridades para que a través de la institucionalidad se les pueda dar una solución de manera rápida.
“Vinieron en horas de la madrugada a querernos sacar y ni 24 horas nos están dando para desalojar, no teníamos ni idea de que esto iba a pasar. La mayoría de las que vivimos aquí somos madres solteras y no tenemos casa ni dinero para alquilar. Ellos no piensan en que tenemos niños pequeños”, se refirió doña Joquelin Vallejos, una de las afectadas. La expulsión de las personas se realizó de forma pacífica y ordenada. Ahora la mayor preocupación de los desahuciados son las condiciones de salud de muchos adultos mayores, menores de edad y personas con discapacidad.