Opinión
El Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) debe ser eliminado y sustituido con un aumento en el cobro de la matrícula. Lo correcto y justo es que las universidades estatales se financien 100% con el cobro de la matrícula y con la venta de servicios.
No es correcto obligar al costarricense de “a pie” a pagarle, vía impuestos, los estudios universitarios a terceros, menos aun cuando la mayoría de los estudiantes que asisten a las universidades estatales tienen capacidad de pago.
Según el Quinto Informe Estado de la Educación, el 50% de los estudiantes de las universidades estatales provienen del 40% más rico del país, es decir, el FEES es una injusticia social, porque se trata de impuestos que paga el pueblo costarricense con el fin de subsidiar la educación superior de estudiantes que en su mayoría no son pobres. En otras palabras, contribuye al deterioro de la distribución del ingreso.
Si un producto o servicio es de calidad no necesita subsidio, si es de mala calidad, tampoco. Por tanto, si las universidades estatales son centros de enseñanza de calidad, no tendrán ningún problema en financiarse 100% con el cobro de matrícula.
Es demagógico afirmar que con el recorte del Fondo se van a reducir las becas. Las universidades privadas de Costa Rica y del resto del mundo no requieren de un subsidio del Estado para becar a los estudiantes que se lo merecen, las becas que ofrecen las universidades privadas provienen del pago de la matrícula que realizan los estudiantes sin beca. De igual manera, deben hacer las universidades estatales y no depender del Fondo.
Según un estudio de la Academia de Centroamérica, más del 80% del FEES se destina a pagar astronómicos salarios de las universidades estatales entre sueldos para cargos fijos, retribución por años servidos y otros incentivos salariales.
No es posible que se destine para pagar salarios fuera de toda proporción con el resto de los salarios en el país, mientras que cientos de centros educativos de escuelas y colegios tienen orden sanitaria de cerrar por las condiciones insalubres en que operan.
El Fondo se ha traducido en el bienestar del burócrata y no en el bienestar del estudiante. La única manera para incentivar el uso eficiente de los recursos en las universidades estatales es someterlas a la competencia y para ello es indispensable eliminarlo y que ajusten el costo de la matrícula. Solo la libre competencia promueve la calidad y la educación no es excepción.
Para honrar la justicia social, el FEES debe eliminarse y sustituirse con un aumento en precio de la matrícula.
*Economista