La tarde del miércoles anterior, una zarigüeya o zorro pelón, como también es conocido el pequeño mamífero, ingresó a una propiedad en Barrio México, en el centro de San José, sin embargo, a pesar de las múltiples llamadas a las autoridades por parte del dueño del lugar, ninguna se ha hecho presente para trasladarlo de vuelta a la naturaleza.
Mario Alberto Vargas, propietario de la vivienda donde entró el animal silvestre, contó a DIARIO EXTRA que se enteró de su presencia gracias a los ladridos de sus perros, que provocaron que este se protegiera subiendo a un árbol.
Vargas se sorprendió al ver que, para la mañana de este jueves, el pequeño animal se mantenía sobre el enramado. Pasaron las horas y la zarigüeya permanecía ahí, a pesar de la inclemencia del sol y de no contar con agua.
“La veo que se está deshidratando, le veo la nariz donde está botando pocos de agua, entonces te digo bueno, esto es inhumano”, relató.
De inmediato realizó llamadas al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), al Cuerpo de Bomberos y al Ministerio del Ambiente y Energía (Minae), sin embargo, en todas estas instituciones le informaron que no podían apersonarse para rescatar al zorro pelón.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica se comunicó con esas mismas autoridades, donde se informó que Senasa solo ve casos de animales domésticos, los bomberos atienden cuando esté en peligro la vida humana y en el Minae aseguran que solo se apersonan cuando la criatura está herida o dentro de la casa de habitación.
COMPORTAMIENTO DE LA ZARIGÜEYA
De acuerdo con la información publicada en el sitio “Costa Rica Silvestre”, las zarigüeyas son animales solitarios, activos durante la noche y perezosos durante el día, pasivos, relativamente lentos y con muy poca habilidad para defenderse.
“Comúnmente se hacen los muertos cuando sienten una posible amenaza, esperando que su agresor pierda el interés en atacarle”, dice la página web.
Son, además, animales altamente beneficiosos, ya que controlan activamente posibles plagas, como cucarachas, grillos, larvas, escarabajos y otros insectos, así como arañas, alacranes, lagartijas, pequeñas serpientes y ratones.
A pesar de esto, han tenido la mala suerte de ser atacados por el ser humano, debido a que muchos lo consideran un ser poco atractivo y hasta peligroso.