Personas con discapacidad reclaman la falta de aceras y rampas en Calle Vieja de Tres Ríos.
Una de las afectadas es Nicole Oviedo, quien relató a Diario Extra las dificultades que ha tenido en los últimos meses cuando arrancó la ampliación de la ruta por parte de las autoridades.
“Desde que empezaron a intervenir las calles todo es un desastre. Hicieron las aceras más angostas, eliminaron rampas y ahora no hay ningún tipo de acceso para personas como yo. El tránsito aquí es mucho y con esas condiciones, lo que me queda es tirarme a la calle. ¡Es un caos!”, relató la mujer que tiene discapacidad motora no progresiva y, además, es usuaria de silla de ruedas.
Manifestó que hay tramos en los que ni siquiera existe acera y otros sirven como estacionamientos para vehículos que visitan centros comerciales.
“Los carros vienen demasiado rápido y en más de una ocasión me los han echado, ¡no se puede transitar por aquí! En estas construcciones no contemplaron línea amarilla ni pasos peatonales. ¡Es una falta de respeto! En una ocasión, un bus casi me atropella y en una casi quedo como los bichillos de Mario Kart (risas). No son solo ellos, a veces los ciclistas tampoco respetan. Desde que empezó esto en setiembre, se han generado problemas no solo para mí, sino para otras personas de la comunidad”, añadió.
En el sitio aún hay tramos sin concluir, materiales de construcción, así como huecos expuestos. Todo eso ha generado que su silla de ruedas se haya deteriorado e incluso, una de las llantas presenta desgaste.
Solo siento el viento…
Otra de las afectadas es Sandra Ribas, quien tiene degeneración macular por alta miopía y únicamente logra ver el movimiento de las personas. Otros detalles como perspectiva no los puede observar.
La adulta mayor, que es usuaria de bastón, se declara “bastante independiente”, no obstante, la situación en Tres Ríos hace que se sienta “completamente vulnerable”.
“El bus me para en media calle, ¡no hay paradas definidas!, ¡es muy arriesgado! Cuando uno se baja y logra llegar a una acera es difícil caminar, son muy estrechas o no existen. Hay puntos donde tienen postes mal sembrados.
En mi caso, uno de los temas que más me afecta es que no tenemos un semáforo sonoro. Si tengo la suerte de toparme a alguien y me da pelota, pues me ayudan a cruzar, pero tampoco todo el mundo está disponible para ayudarlo a uno. Tengo una doble desventaja para que alguien me suba a un bus. A veces los choferes no colaboran porque pago con cédula, les da pereza un adulto mayor y con discapacidad”, añadió Ribas señalando que falta empatía por parte de las empresas de transporte público.
¿Qué dice la Municipalidad?
Este medio consultó a la Municipalidad de La Unión e indicaron que la ruta 251 es una carretera nacional donde el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) ha estado realizando trabajos de asfaltado desde el año pasado.
“Al ser una vía nacional es que dicha institución pública es la encargada de realizar las aceras en el sector mencionado”, señalaron.
Por otra parte, precisaron que durante 2024 invirtieron más de ¢40 millones en la creación y mejoras de las aceras en sitios públicos cantonales.
A pesar de los señalamientos de los vecinos, el documento DRC-08-2025-0094 de Conavi refiere que las obras siguen en construcción y “cumplirán con lo estipulado por la Ley N° 7.600”.
“(…) Siempre se ha tenido debidamente señalizado el tramo de trabajo, permitiendo que los peatones transiten por las secciones y áreas con la seguridad necesaria que permite el libre tránsito, sin poner en riesgo la seguridad de estos.
Hubo mejoramiento y ampliación en la superficie de ruedo, se tiene un 85% de avance y se espera que para la segunda semana de marzo los trabajos estarán finalizados. La Compañía Nacional de Fuerza y Luz ha ejecutado la reubicación de varios postes, sin embargo, no en su totalidad”, indica el documento emitido el 26 de enero.

Discapacitados visuales enfrentan calles inseguras y falta de semáforos sonoros.
La falta de rampas y aceras en Tres Ríos obliga a personas con discapacidad a transitar por la calle.