La escuela Ramón Bedoya Monge, ubicada en San Antonio de Puriscal, fue reinaugurada el 21 junio de este año y en apenas dos meses de funcionamiento, ya presenta varios problemas de infraestructura.
En aquel entonces, el Ministerio de Educación Pública, junto a Presidencia, anunciaron la inversión de 829 millones en la reconstrucción de toda la escuela, que está en ese sitio desde 1955.
“Vinimos a Puriscal porque se entregó recientemente la Escuela Ramón Bedoya, la segunda más grande de este cantón, un proyecto de más de 800 millones de colones. Nos sentimos satisfechos porque fue construida en tiempo de pandemia”, mencionó el presidente Carlos Alvarado en la entrega de la edificación.
Las obras constaron de nueve aulas, baterías de servicios sanitarios, biblioteca, comedor estudiantil, plaza cívica, espacios para educación preescolar, así como obras exteriores y de mantenimiento.
Según una denuncia anónima recibida por DIARIO EXTRA, las lluvias hacen de las suyas dentro del centro educativo, ya que los pasillos se inundan y evita que los estudiantes puedan salir a disfrutar en los recreos.
Dicha información indica que hay padres molestos porque, según ellos, las condiciones no mejoraron con respecto a la infraestructura que tenía la escuela antes.
Las áreas de juego son de tierra, por lo que al estar en la época lloviosa no se puede ir, puesto que es un barrial, sin mencionar los pronunciados pozos que se hacen por el mal funcionamiento de los drenajes.
Según mencionan, los materiales con los que se realizó la construcción de la escuela no reflejan la cantidad anunciada por las autoridades, sino que parecen ser de tipo prefabricado.
NO QUISIERON HABLAR
DIARIO EXTRA se desplazó hasta el centro educativo con el fin de conversar con don Luis Diego Jiménez, su director y la persona que lo recibió a manos del presidente, para conocer su versión del asunto.
Aunque se le llamó por dos días, en los cuales la secretaria aseguró que devolvería las llamadas, esto no sucedió y, por eso, se decidió abordarlo en la escuela, donde tampoco quiso atender al Periódico del Pueblo.
En oficial de seguridad fue el único que salió a decir que el señor director estaba ocupado y, aunque se le insistió en que la nota igual se iba a realizar, volvió a negarse a conversar con la prensa.
Con quien sí se pudo conversar fue con una madre de familia, quien prefirió no ser identificada, pero que sí mostró su molestia con el director, a quien tildó como “una persona que no sabe dónde está parada”.
Esta señora manifestó que no la dejan ingresar al centro educativo, por lo que no puede confirmar el estado de la escuela, aunque su hijo sí mencionó que cuando llueve no pueden salir del aula porque todo está lleno de agua.
La madre dijo que no le extrañaría que la cosa sea como se denuncia, ya que en esa zona se mueve por muchos intereses y piensa que Jiménez no tiene la capacidad para tomar decisiones en pro del centro educativo.
Se buscó la declaración del presidente de la junta de padres de familia, pero en el lugar de trabajo nadie abrió la puerta.