Antes constantemente veíamos cómo en los barrios varias veces al año se acercaban cuadrillas para fumigar y hacer barridos por las casas, con el fin de que el mosquito Aedes aegypti no tuviera material ningún sitio donde pudiera prosperar.
Y ahora tenemos una preocupación más producto del faltante de agua que hay en muchos lugares y porque el calentamiento global hace que dicho zancudo se reproduzca más rápido.
Lamentablemente los mosquitos funcionan como transmisores de diversos padecimientos como el dengue, el zika y la chikungunya, y no se fijan en edades, género ni condición social.
No podemos obviar tampoco los casos de malaria que se han presentado en la zona de Limón, en las áreas fronterizas y ahora en Cartago, que si bien es cierto se trata apenas de un par de incidencias, no podemos decir que todo está bajo control, pues la disminución o el aumento depende de todos nosotros.
Además toca conocer las consecuencias fatales que puede haber si estos mosquitos pican a mujeres embarazadas, pues los principales afectados son los bebés que incluso estarían en riesgo de sufrir padecimientos graves.
Independientemente de dónde esté, lo importante es que la gente sea consciente y de verdad se ponga las pilas a botar llantas, eliminar objetos que puedan ser criaderos y de vez en cuando fumiguen sus hogares porque estos padecimientos pueden ser mortales.
Este llamado es vital hacerlo especialmente en un momento cuando está lloviendo bastante y la cantidad de agua que cae muchas veces igual, duplica o triplica en un día lo que debe caer en todo un mes, entonces tan solo hace falta imaginarse la cantidad de este líquido que se empoza y se convierte en nicho perfecto para la presencia de estos mosquitos.
Precisamente por eso no podemos bajar la guardia ante la presencia de este mosquito, por lo que nosotros como personas responsables debemos velar por eliminar los criaderos, pues podría ser cuestión de vida o muerte.
Enseñemos a los pequeños que entre nosotros mismos nos podemos cuidar con tan solo no dejar expuestos objetos en que se pueda empozar el agua o artículos que usen este preciado líquido para funcionar.
Y no es que con una familia que lo haga se acabará el problema, pero si todos ponen su granito de arena las posibilidades de contagio se reducirán en porcentajes bastante altos, pues precisamente cuando bajamos la guardia nos llevamos el susto de la vida y se empiezan a morir las personas. Debemos tener mucho cuidado, en especial por las consecuencias que este virus puede provocar en los niños y adultos mayores.
Ya lo sabe: si usted tiene dolores de cabeza, fiebres de más de 40 grados, dolor corporal, conjuntivitis purulenta y alteración en el estado de consciencia, no lo deje pasar, póngase vivo y lo mejor es que vaya a verse a un centro hospitalario.
También resulta vital no dejar para lo último la limpieza de nuestros hogares, porque el esperarse o postergarlo para otro día sin lugar a dudas puede provocar es que se enfermen nuestros familiares o las personas que tenemos cerca.