En realidad el “libre comercio” parece una conspiración de los países industriales para mantenernos subdesarrollados: ordenándonos desproteger nuestras industrias incipientes, y no abriendo sus mercados agrícolas a nuestros alimentos: nos conservan subdesarrollados indefinidamente. Y hay un montón de malinches locales que les ayudan.
El 6 de abril publicó El Financiero el artículo “Orden Mundial Liberal, Descanse en Paz”, de don Richard N. Haass, que es un canto de cisne. Don Guido Vargas me lo mandó porque le recordó las cosas que yo escribo. Dice Haass que el orden fue establecido por Inglaterra y los Estados Unidos (anglosajonia), y que le recuerda a Voltaire cuando dice que el Imperio Romano ya no era imperio, ni era romano. Porque “el orden liberal ya no es orden ni liberal”.
Yo no estoy de acuerdo con Voltaire, porque el imperio romano pasó al Norte de Europa, y de allí a los Estados Unidos. Y está en el proceso de pasar a China. Ni estoy de acuerdo con Haass porque dice que el orden se propuso respetar las economías ajenas y proteger los derechos humanos, cuando lo que se propuso fue asegurar el imperialismo de los paises ricos.
Hay un mundo de diferencia entre el propósito de los países imperialistas durante la guerra fría, y después: cuando ya no había que respetar a las economías subdesarrolladas para que no se hicieran comunistas. Lo que lamenta Mr. Haass – además de lamentar a Trump y el tratado trans – Pacífico, y la OTAN – es que Rusia se haya burlado de Occidente, que Corea del Norte haya construido la bomba atómica, que Irán y Yemen sean una pesadilla, y que Venezuela sea un caso perdido; con el apoyo y el beneplácito de los Estados Unidos, y de sus malinches.
Pero la cosa es mucho mas grave, porque el mundo no sale de la crisis, no hay empleo ni lo habrá si continúa la automatización. Y los países ricos no quieren quitar sus subsidios agrícolas, pero quieren que quitemos las tarifas aduanales, y que nos desindustrialicemos.
Yo veo la cosa mucho peor que el señor Haass: La crisis no se va a terminar porque no se puede restablecer el empleo por la exportación de las manufacturas y la automatización de la producción; el control político lo tiene una élite que consigue la reducción de los impuestos con el aparente beneplácito del pueblo; la clase empresarial se adueña de las invenciones mediante el monopolio de la propiedad intelectual; no hay ninguna garantía de control del teléfono celular, o más bien el control lo tiene la élite; las naciones ricas no se van a abrir a la inmigración del tercer mundo, donde uno de cada 100 habitantes quiere migrar; las naciones ricas quieren mantenernos como clientes desindustrializados y aprietan cada vez más la propiedad intelectual.
La cosa es difícil porque la élite gobernante no le quiere encontrar solución a estos problemas porque pierden el control político, que de todos modos perderán.
No se habla del ambiente en esta discusión. Sí se habla del desarrollo sostenible, que es otra forma de mentir, porque se cree en el crecimiento imparable del PIB, cosa que es imposible.