Brasil. (AFP) – El estado brasileño de Mato Grosso do Sul decretó la “situación de emergencia” debido a los incendios forestales “fuera de control” en el Pantanal, el mayor humedal del mundo, en el centro-oeste del país.
La medida, con validez de seis meses, permite desplegar más rápidamente nuevos medios para combatir esos incendios que los especialistas atribuyen a una sequía extrema, pero también a la acción humana, especialmente la expansión agrícola.
Del 1º de enero al 23 de junio el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) registró 3.262 focos de incendios en el Pantanal, un 33% más que en el mismo periodo de 2020, que resultó el peor año desde que se realizan estos registros en 1998.
Según datos del Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales (Lasa) de la Universidad Federal de Río de Janeiro, las llamas arrasaron 627.000 hectáreas en el Pantanal desde enero.
“Estamos ante una de las peores situaciones vistas en el Pantanal”, dijo la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, tras reunirse con el gabinete de crisis en el palacio de Planalto.
De acuerdo con Silva, la emergencia es resultado de los efectos del cambio climático, El Niño y La Niña, que han producido una sequía extrema, y las quemas para renovación de pastos o cultivos.
La ministra dijo que los gobiernos estatales decretaron la prohibición de quemas controladas hasta final de año, que serán tratadas como “delitos”.
Videos que circularon en redes sociales el fin de semana mostraron una larga muralla de fuego alumbrando la noche en la selva, como imagen de fondo de las festividades de San Juan en la ciudad de Corumbá, Mato Grosso do Sul.
El viernes Silva viajará junto a otros ministros a Corumbá para reunirse con el gobernador Eduardo Riedel y elaborar un diagnóstico de las consecuencias de los incendios. Ubicado al sur de la Amazonía, el Pantanal se encuentra entre los estados Mato Grosso y Mato Grosso do Sul y se extiende a Bolivia y Paraguay.
Este año Mato Grosso do Sul concentra el 78% de la zona afectada por los incendios, es decir, 480.775 hectáreas.
A título de comparación, cerca de 267.000 hectáreas se quemaron en el primer semestre de 2020, cuando se rompieron todos los récords, y el 30% del bioma fue afectado en todo el año.
“¿Eso quiere decir que el Pantanal va a arder más que en 2020? No necesariamente, pero eso va a depender de la acción de los poderes públicos, que deberán emplear el máximo de recursos desde ya para evitar una tragedia como la que vimos”, dijo Gustavo Figueiroa, de la oenegé SOS Pantanal.