Carecer de las medidas reglamentarias en cuanto a la comercialización de camarones provocó que autoridades de la Fuerza Pública de Guanacaste y personal del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura decomisaran 17 kilos de este producto a un recibidor de mariscos, quien tiene su negocio en Puerto Pochote, Nicoya.
La normativa indica que por cada kilogramo de camarón pesado deben contabilizarse un total de 30 colas, sin embargo Adriana Córdoba, subjefa de la Fuerza Pública en Nicoya, dijo que “en dicha carga se detectó una anomalía, pues al hacer el pesaje en una tenían 52 y en otra 53 colas, lo cual nos llevó a detectar camarones más pequeños.
Esto no debe ser, ya que están sacando especies más pequeñas, que todavía no pueden reproducirse”.