El arte es una forma de expresión, no solo de estados de ánimo y sentimientos, sino también de las bellezas naturales que tiene el país. Es una forma de vida para el artista”, con esta frase la pintora palmareña Kerlyn Jiménez Sánchez describió su enamoramiento por los colores, con los cuales plasma sorprendentes obras con las técnicas de acuarela, acrílico y óleo.
DIARIO EXTRA se dio a la tarea de localizar, en el centro de dicho cantón, a la joven, la cual es reconocida porque hace magia sobre la madera de árboles de cedro. Con la información de varios vecinos, llegamos hasta la comunidad de Zaragoza donde se encontraba armada con un delantal y una variada paleta.
Acompañada de una sonrisa explicó que pasa entre ocho y diez horas en su taller para elaborar diferentes tipos de obras sobre la flora y fauna, pero a la vez busca destacar la forma de vida del costarricense de antaño. Sus trabajos, o bien souvenires artesanales, son muy buscados por turistas nacionales y extranjeros.
Al echar una mirada al pasado, recordó que sus primeros diseños fueron con cromos a escala durante la infancia.
“Desde los nueve años ya tenía una habilidad muy grande para colorear o pintar. Me gustaba observar los cromos y después con gran facilidad los dibujaba en grande. Nunca he llevado un curso y creo que es un regalo que Dios me dio, estoy muy agradecida por ello”, manifestó.
INSPIRACIÓN VARIADA
Pese a que se inclina por una gran diversidad de formatos, su mayor inspiración es la pluralidad de orquídeas con las que cuenta el territorio nacional, estas son su especialidad.
“Cuando empecé a trabajar pude ir comprando las pinturas, pinceles y como me gustaba, lo hacía sola. Me dije quiero pintar y empecé a realizarlo, a aprender con técnicas definidas. Es lo que gusta y me hace feliz”, explicó.
Con el paso del tiempo, incursionó con las pinturas en acuarelas, acrílico y luego el óleo”, añadió.
Actualmente utiliza madera de cedro para después darle vida a sus novedosas creaciones en acrílico.
SILUETAS AL CARBÓN
Otras de sus pasiones es el dibujo, para este emplea el procedimiento conocido como al carboncillo.
“Trabajo la figura humana, principalmente mujeres, somos más artísticas que los hombres; por ejemplo uso las siluetas redondas, las cadera, los senos, pero marcando ese límite de entre un desnudo artístico y uno erótico. Además, los retratos, manos, pies y los ojos”, agregó.
En los próximos meses podría participar en alguna exposición de las galerías de occidente para obtener una mayor proyección.