Familiares, amigos y vecinos se reunieron en la iglesia de Tárcoles para darle el último adiós a Luis Agüero, conocido por los pescadores como Toro.
Cabe recordar que Agüero es una de las víctimas del trágico accidente que sucedió el lunes. El joven, junto a su tío, se encontraba en el río Tárcoles, a bordo de un kayak, cuando, a tan solo unos 200 metros de donde iniciaron la búsqueda de un dron acuático que mide el caudal del río, se volcaron y se precipitaron al río Tárcoles, donde los arrastró la fuerte corriente.
Luego de 3 días de búsqueda, el cadáver de Agüero apareció en este mismo río, en el barrio conocido como Capulín. Debido a la ayuda de familiares y allegados, y gracias a las lanchas qué fueron prestadas por una empresa turística, se pudo extraer el cuerpo.
El Periódico del Pueblo acudió a la casa donde velaron a Luis Agüero, quien dejó 3 hijos menores de edad, específicamente de 14, 13 y 8 años.
Inclusive, el menor de 13 años comentó al Periódico del Pueblo que el día que apareció su padre él tenía la graduación de la escuela.
La familia de estos dos pescadores reconocidos en la localidad se reunió en la casa donde vivían estas personas para compartir en familia y recordar anécdotas de ambos parientes, a quienes calificaron como unos pulseadores.
AMADO POR EL PUEBLO
Este medio también conversó con Manuel Agüero Ríos, padre de Luis, quien nos indicó que su hijo era una excelente persona.
“Mi hijo era único para nosotros y para todo el pueblo. Un hombre alegre, vacilón, un hombre querido por todo el pueblo, no hay nadie aquí que diga que él era malo”, aseguró el progenitor.
Ante la pregunta del Periódico de Más Venta en Costa Rica sobre cómo definiría a su hijo, don Manuel indicó que era un pulseador.
“Él se dedicaba a todo, todo lo que fuera trabajo él lo hacía. Mi hijo tenía su equipo para trabajar, tenía su equipo de pesca, definitivamente era un muchacho pulseador, todo lo que él dejó fue bien ganado, inclusive lo que él hizo fue ayudarle al tío para que pudiera pagar unas cosillas que tenía, por eso los dos están juntos en el Cielo”, expresó.
TOURS Y ÚLTIMA CONVERSACIÓN
La tía del fallecido, María Elena Agüero, señaló que, además de ser pescador, su sobrino se dedicaba a labores turísticas.
“Él se dedicaba a hacer tours, como sobrino era una persona especial, trabajador y una persona carismática, inclusive el domingo en la tarde hubo un festival aquí y estuvo vacilando con nosotros, sin embargo, el lunes fue que sucedió la desgracia”, lamentó.
María Elena le comentó al Periódico del Pueblo que su última conversación con su sobrino fue acerca de una cerámica qué él le ofreció. “La última conversación que yo mantuve con él fue que él me iba a dar la plata para que fuera a comprar la cerámica para ponerle al nicho de mi mamá, que era la abuelita de él, y ella lo quería mucho, y yo le dije que claro que después de que pasara la navidad lo íbamos a hacer, esas fueron nuestras últimas palabras”, expresó la tía.
VACILABA A SUS TÍAS
“Yo tengo una hermana que es muy celosa con sus hijas, entonces él la molestaba. Le decía suegra, inclusive el domingo encontró a mi sobrina ahí en la calle, que andaba haciendo un mandado, entonces la agarró de la mano y entraron de la mano a la casa, así, como si se fueran a casar, entonces mi hermana lo correteó con un leño, él siempre le gustaba vacilar”, contó doña María Elena.
Otro de los que siempre acompañó a Luis en sus aventuras fue su tío Juan Agüero, siempre andaban por todo lado.
“Mi sobrino y yo siempre andábamos pescando, andábamos por todo lado, agarrando iguanas, él siempre me decía ‘Juancín, vamos a agarrar iguanas y comer iguanas con la familia, porque eso es lo que más anhelo’. Luego me decía: ‘Juancín, vamos a jugar fútbol’. Mi hermano Tato, que de Dios goce, tenía un equipo de veteranos, como él se enfermó llegó Luis y me dijo: ‘Juancín’, necesito que usted sea el técnico. Y ahí nos arriesgamos los dos”.
Don Juan le comentó a DIARIO EXTRA una de las anécdotas qué tuvo con su sobrino mientras pescaban. “Mi hermano Tato hizo un día un rancho de palma y estaba con nosotros ahí. Tato en un momento se acostó a dormir un rato, entonces Luis le empezó a meter un palo en las orejas, en los ojos, en la nariz y en la boca, entonces todo el mundo se empezó a reír. Tato le decía ‘sea necio, mae, déjeme dormir’, entonces él le dijo: ‘aquí no se puede dormir aquí venimos a trabajar”’, contó.
PLANES PARA EL LUNES
La familia subrayó que inclusive él ya tenía planes para el lunes, pues iba a cortar el zacate de un lote enfrente de la finca donde estaba la casa de su tía.
Familiares y allegados mencionaron que se sienten sumamente indignados, porque las personas que contrataron a estos dos humildes pescadores no se han hecho presentes para dar explicaciones de lo sucedido. Alegan que quien les dijo que hicieran el trabajo llegó hasta las 8 p.m., cuando la tragedia ocurrió a la 1:00 p.m.
RÍO PLAGADO DE COCODRILOS
El Periódico de Más Venta en Costa Rica pudo constatar cómo el río Tárcoles está plagado de cocodrilos, incluso los vecinos y comerciantes de la zona aseguraron que el turismo se ha disminuido debido a que a las personas les dan temor llegar a visitar la zona ya que les preocupa que uno de estos reptiles llegue hasta la playa y pueda generar una tragedia.
Mañana los pescadores realizarán un homenaje a los dos fallecidos en lanchas, desde playa Azul hacia Tárcoles, a partir de las 4:30 p.m.