Seguramente la mayoría ha sufrido alguna vez con una ampolla, si no es por el roce en un calzado nuevo, o por mucho caminar, también pueden aparecer al realizar actividades a las que no se está acostumbrado.
Generalmente las ampollas se curan solas en muy poco tiempo, pero cuando son muy grandes el malestar resulta mayor, de manera que existen algunos cuidados muy sencillos para aliviar las molestias.
NUNCA LAS REVIENTE
La piel que recubre la bomba sirve para evitar infecciones, por eso hay que procurar que se mantenga sin estallar y en cuestión de un par de días el cuerpo reabsorberá el líquido que hay en ella, sanándose sin mayores consecuencias. El empleo de agujas de costura desinfectadas con alcohol o fuego es inadecuado para explotar las ampollas, ya que en un alto número de casos provoca infecciones y retardos en la cicatrización. Esto aumenta el dolor y el riesgo de infección.
Explotarlas es especialmente grave en personas con diabetes, problemas circulatorios o tratamientos inmunodepresores, como los empleados en enfermedades oncológicas, reumatológicas y en trasplantados.
Realizar una manipulación inadecuada puede dar lugar a una infección generalizada y hasta la pérdida por amputación de una extremidad en los peores casos. Es importante una buena higiene y secado escrupuloso para curar una ampolla.
CUANDO YA SE REVENTÓ
Si por algún motivo la ampolla se revienta, entonces deje que el fluido salga por sí solo, limpie alrededor con una gasa estéril y déjela quedita. No recorte la piel y, si es necesario, puede cubrir el área con una bandita o una gasa, pero si no mejor déjela, pues el aire ayudará y así sanará más rápido.
SI NO ES TRANSPARENTE
El líquido puede ser transparente y cristalino; rosado, discretamente turbio por la presencia de glóbulos rojos, o con sangre, en cuyo caso se habla de hematoma. Transcurridas unas horas el contenido puede espesarse.
Si ha tenido contacto con gérmenes es posible que desprenda un olor desagradable. En este caso habría una infección que debe ser controlada con la mayor rapidez posible.
Una ampolla con líquido transparente, bien protegida y desinfectada se reabsorberá o romperá sola sin suponer un riesgo. En cambio, aquellas con sangre o pus alteran el metabolismo de la zona y pueden crear lesiones más profundas e infecciones severas.
En este caso es mejor evacuar el contenido, por lo que conviene es acudir con su médico.
DESPUÉS DE UNOS DÍAS
Procure solo quitar la piel que esté levantada para que esta no esté pegando ni vaya a lastimar o retardar la recuperación, pero no aplique productos que no sean para este tipo de heridas de la piel, ya que podría generar alguna infección.
Estas heridas suelen ser muy sensibles, así que tenga cuidado con lo que les pone. Asegúrese de que es el medicamento correcto y, si no, mejor solo limpie alrededor y deje que se airee.
NO SE AUTOMEDIQUE
Las ampollas generadas por una quemadura son muy dolorosas y tienen mayor riesgo de infección, en este caso acuda al médico para que le dé un tratamiento específico y no se automedique.