En esta nota le mostraremos que usted puede sembrar su propio jardín de sabores en una pequeña lata o una maceta y tener esas hierbas a mano para cuando se le antoje.
En los patios de las abuelas siempre había un rinconcito dedicado a la siembra de hierbas aromáticas para darles sabor a los deliciosos platillos que preparaban. Conforme la gente fue teniendo menos espacio en los hogares y menos tiempo en las agendas se dejó de lado esta costumbre y las familias comenzaron a consumir más condimentos procesados y en polvo.
Sin embargo en esta nota le mostraremos que usted puede sembrar su propio jardín de sabores en una pequeña lata o una maceta y tener esas hierbas a mano para cuando se le antoje.
DISEÑO Y TERRENO
Lo primero que debe considerar antes de siquiera pensar en cultivar las plantas es cuánto espacio tiene y dónde va a colocarlas.
Hay varias opciones, puede hacer pequeñas eras en el patio o una macetera, pero si no tiene espacio del todo puede sembrar las semillas en los recipientes de los alimentos enlatados, macetas o tubos agujereados para cuando nazcan.
De acuerdo con Rafael Zumbado, especialista de La Casa de las Semillas, además se debe considerar el terreno, pues para que las plantas “peguen” y se desarrollen adecuadamente “se debe buscar una tierra que sea negra, que no sea arcillosa y fertilizarla antes de comenzar a sembrar”.
Si no tiene tierra a su disposición, no se preocupe porque en los establecimientos de productos agrícolas la venden por kilo.
Zumbado además recomienda plantar las hierbas muy juntas porque hay diferentes tipos. Algunas como el romero y la albahaca son arbustivas, por lo que deben sembrarse con 30 o 50 centímetros de separación; mientras con otras como el culantro y el perejil la distancia puede ser menor.
RIEGO
Las plantas necesitan agua y sol para sobrevivir, pero debemos recordar no darles un exceso de ninguno de estos elementos. “La gente a veces llega y riega las matas con manguera, dejando que el agua se rebalse en la maceta, lo que es perjudicial para la planta”, explicó el especialista.
Según Zumbado, lo ideal es regarlas cada tres días, pues la mayoría son originarias de climas mediterráneos y necesitan poca agua para vivir. Es recomendable hacerlo en las primeras horas de la mañana.
CULTIVO Y ABONO
Además del sol y el agua, el abono es indispensable para mantener las plantas con vida, por lo que el experto recomienda aplicarlo cada tres meses.
Si no desea usar químicos recuerde que en varios establecimientos puede conseguir abonos orgánicos hechos a base de elementos naturales.
Es importante recordar renovar la tierra en que se siembran cada cierto tiempo para que no se mueran. En macetas remueva la superficie (3 o 4 centímetros) cada cierto tiempo y es favorable ir limpiándola de malas hierbas. Para las huertas lo conveniente es labrar la tierra mínimo 2 veces al año.
VARIEDADES
Hay varias plantas que se pueden sembrar en las huertas caseras, pero es necesario recordar que depende del clima en que se encuentren algunas podrían no pegar o no desarrollarse adecuadamente.
Las semillas se consiguen en comercios especializados en implementos agrícolas e incluso en supermercados, pero también puede comprar las plantas ya grandes en viveros.
Esta es una lista de las hierbas que puede sembrar en su casa y sus propiedades curativas:
- Culantro: se dice que tiene poder afrodisiaco. Es muy usada en la cocina costarricense, latinoamericana y asiática.
- Albahaca: favorece la digestión. Da sabor a mariscos, ensaladas, sopas y pastas.
- Menta: es estimulante, estomacal y antiespasmódica.
- Perejil: va con todo tipo de comidas, además se utiliza para calmar el dolor de muelas y combatir el mal aliento.
- Romero: tiene un fuerte aroma que lo hace ideal para las salsas de tomate y aromatizar ciertas carnes como el pollo y el cerdo.
- Tomillo: para el pescado, los huevos y el pollo. La infusión de tallos y hojas favorece la digestión, y es un buen calmante de la tos y los resfriados.
- Orégano: perfecto para las pastas y las salsas de tomate, va bien con el queso, las verduras y la carne. Es rico en aceite esencial que ayuda a expulsar los gases y las flemas, pues es carminativo y expectorante. En té se utiliza contra la tos y la bronquitis.