Luego de la esterilización de su mascota, deberá prestarle más atención de lo normal, pues necesitará cuidados especiales durante unos días hasta que se recupere por completo de la operación.
Si bien es un proceso que varía de una especie a otra, por lo general toma un periodo para completarse, así que tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para efectuarlo de la mejor manera:
Cuidados adecuados
Es ideal asegurarse de que su mejor amigo descanse adecuadamente, para que así coma y beba con normalidad, pero si muestra falta de apetito o vomita lo mejor es que lo revise un especialista.
“Resulta muy importante el reposo, es decir, menos actividad física por unos 10 a 12 días, hasta que se quiten los puntos, al igual que darle la receta que el doctor recomendó para evitar infecciones y dolor”, comentó Juan Carlos González, médico veterinario.
Una vez que salen de ese periodo, es importante disminuir la cantidad de alimento que se les da, ya que la energía o calorías que los perros y gatos requieren para sobrevivir es menor después de la esterilización y si se les continúa proporcionando la misma cantidad es probable que suban de peso o inclusive que se vuelvan obesos.
Haga uso de nuevos implementos
Usualmente se les colocan conos isabelinos (“el cono de la vergüenza”) para castraciones y otras cirugías abdominales, pero ahora existe una prenda llamada “body de cobre”, un traje especial hecho con un material antiséptico que ayuda a prevenir infecciones y evita que los animales se laman las heridas, una mejor opción para las mascotas más comunes en casa.
“Recomiendo hacer la inversión en comprar el traje especial si es posible,
pero dependerá del procedimiento que se le haya empleado al animal, deberá usar este utensilio o el cono”, recalcó González.
Otra opción son los cuellos isabelinos que se ponen como un collar, lo que convierte en una tarea difícil que se puedan rozar la herida.
Evitar el baño
Una vez operados, no deberían darles una ducha por 10 a 12 días. Esto porque al bañarlos se podría “arrastrar” la suciedad hacia la herida, lo que provocaría una infección no deseada.
Además, si la mascota lucha o hace movimientos forzosos durante el baño, le puede generar molestias, por lo que existe un riesgo de que se le abran los puntos.
“Siempre se debe regresar a donde se hizo la cirugía para que el profesional evalúe la herida y decida si ya los puntos se pueden remover o si es necesario dejarlos unos días más”, externó González.