En un mundo ideal, todas las personas menores de edad estarían interesadas por pasatiempos como la música o el deporte, estarían enfocadas en sus estudios y con grupos de amigas y amigos que promueven hábitos de vida saludables. Sin embargo, la realidad es otra, y lo anterior en muchos casos, lamentablemente, podría parecer una utopía.
De acuerdo con la VI Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en la Población de Educación Secundaria 2021, del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), los hombres inician el consumo del alcohol a los 15 años y las mujeres a los 14 años.
Las investigaciones demuestran que las personas menores de edad que se inician en el consumo de alcohol antes de los 15 años presentan un mayor riesgo hacia el desarrollo de un trastorno mental y de comportamiento por uso de sustancias psicoactivas.
El consumo de alcohol en personas menores de edad puede causar problemas de memoria y aprendizaje, dado que el cerebro está en pleno desarrollo y es hasta los 25 años cuando alcanza su pleno desarrollo.
En este contexto, es imperativo implementar estrategias de prevención durante la adolescencia temprana, particularmente, porque el consumo de alcohol en esta etapa está asociado con altos niveles de impulsividad, rebeldía para cumplir límites, baja autoestima, bajo rendimiento académico, exclusión educativa, altos niveles de depresión, accidentes automovilísticos y otros.
En una cultura que propicia el consumo de licor en las actividades festivas, en esta temporada, el riesgo por el aumento del consumo de alcohol en las personas menores de edad es aún mayor.
Las madres, los padres y personas encargadas, pueden desempeñar un importante rol para evitar el consumo de alcohol en menores de edad en estas fiestas navideñas. Entre las estrategias importantes, está la supervisión de fiestas donde asisten sus hijas e hijos, conocer sus amistades y fomentar actividades de ocio sin la presencia de consumo de alcohol; todo con el propósito de romper el mito de que, para lograr divertirse, es necesario incluir licor.
Como profesionales en Orientación, deseamos que esta temporada de fin y principio de año esté lleno de valores de amor y alegría en unión de la familia, lejos de todo lo que nos hace daño. Instamos a quienes tienen en sus manos la responsabilidad de formar a las futuras generaciones, a propiciar ambientes con hábitos de vida saludables en pro del desarrollo integral.
*Colegio de Profesionales en Orientación