En hora buena, finalmente hay una acusación en el caso Aldesa. Debemos decir que DIARIO EXTRA fue uno de los primeros medios de comunicación que puso atención a esta causa y dio voz a los inversionistas.
Son estos últimos quienes deben llevarse los créditos en su afán por intentar obtener justicia. Tuvimos la oportunidad de conocer uno de los casos donde la persona venía intentando obtener la atención de las autoridades judiciales desde el año 2013.
De este modo, celebramos las acciones del Ministerio Público, pero: ¿qué pudo haberse evitado si se hubiera escuchado antes a estas voces? Y resulta digno reconocer a estas personas, quienes documentaron situaciones que años después terminaron coincidiendo con la hipótesis judicial.
Millones y millones invertidos en un proyecto inmobiliario varado desde hace más 10 años y un mínimo porcentaje de avance debieron arrojar alguna luz de lo que podría ocurrir en un futuro, pero los inversionistas no obtuvieron la atención de los fiscales.
Hoy deben conformarse con recibir esta noticia, porque el dinero que destinaron al proyecto no lo van a recuperar, máxime que muchas de las fincas donde alguna vez soñaron ver un hotel ya fueron rematadas.
Bajo el expediente 19-000157-1220-PE, conocido como “Aldesa”, hay pruebas suficientes para acreditar, en grado probable, que 22 personas habrían cometido delitos, nos dice ahora el Ministerio Público.
La Fiscalía confirmó que la pieza acusatoria consta de 809 páginas, lo que responde a unas cuantas denuncias, que se quedan cortas tomando en cuenta que quedaron deudas pendientes con unas 600 personas.
¿Debemos pensar que esto no se vio venir, cuando desde cinco años antes había algunas señales que alertaban problemas de liquidez en la empresa?
No dudamos que hubiera buenas intenciones de saldar la deuda, pero la realidad es que esta supera a la fecha los $200 millones y nunca pudo saldarse.
¿Qué opción tendrían los inversionistas para obtener un resarcimiento? ¿Qué más podían hacer si no era acudir a los estrados judiciales?
Algunos inversionistas murieron esperando obtener una respuesta, sin embargo, otros tantos desean que el proceso finalmente sea elevado a juicio.
Aldesa fue declarada en quiebra por el Juzgado Concursal en el año 2022. Se trataba de un grupo que por años era sinónimo de confianza, al punto que muchos no se explican cómo pudo terminar así.
Tampoco hay respuestas sobre cómo sucedió todo esto ante los ojos de la Superintendencia General de Valores (Sugeval), no obstante, al final lo importante son las acciones que se puedan tomar a futuro.
No es pecado que una empresa padezca de problemas de liquidez, el problema es cuando el dinero proviene de los inversionistas y cuando hay un regulador que debe velar por el bienestar de estos.
Todos estos actores debían haber hecho algo, y seguían surgiendo proyectos que daban a entender que todo andaba bien. Al final, serán los Tribunales quienes determinen si se cometió o no un delito. Esperamos que esto pueda ocurrir antes de que mueran más inversionistas.