Durante tiempos inmemoriales muchas personas han descrito cómo su alma supuestamente ha salido de su cuerpo mientras dormían o se encontraban en trance.
La sensación de observar nuestros propios cuerpos desde afuera ha intrigado a muchos, quienes han intentado darle alguna explicación mística o científica a este suceso.
Desde varios puntos de vista practicantes del esoterismo, científicos y médicos han intentado explicar este fenómeno que muchas personas dicen haber experimentado.
EXPERIENCIA MÍSTICA
También conocido como “viaje astral”, esta experiencia ha sido descrita en textos tan antiguos como la Biblia. En ellos se habla de cómo el cuerpo físico y el astral se separan.
Las personas que han experimentado esto sienten desde temor hasta una libertad extraordinaria.
Muchos testimonios han sido relatados cuando las personas están al borde de la muerte y por unos minutos su cuerpo se encuentra sin vida. Durante este tiempo algunas han descrito cómo están conscientes de todo a su alrededor e incluso fueron capaces de ver sus propios cuerpos.
Alice Bailey, famosa practicante del esoterismo en el siglo pasado, describió en sus libros cómo este fenómeno es una experiencia en la que el alma se libera por un tiempo de sus cadenas terrenales.
EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
Jean-Pierre Garnier Malet es un doctor en física francés que en 1988 descubrió que el tiempo se desdobla, por lo que afirma que gracias a su descubrimiento el ser humano también puede desdoblarse, como todo en el universo.
Este descubrimiento fue avalado en 2006 por la revista científica norteamericana American Institute of Physics.
La teoría explica que como el cuerpo es también energía, es posible que pueda proyectarse hacia el futuro, extrayendo información.
Según las hipótesis de Garnier, una pequeña cantidad de información del momento que vivimos es extraída inconscientemente del futuro, que vive nuestro “otro yo”, formado de energía cuántica.
Este físico explica que el fenómeno del desdoblamiento del tiempo da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y el cuántico, un tiempo imperceptible, que según él le trasmite información al que vive en el tiempo real durante la noche, principalmente en horas de sueño profundo.