Allá por 1960, surgió la expresión que da título a este comentario. Era la época en que todos aprendíamos de la gente de radio y no como ahora, que cualquiera compra un espacio radial y sin tener conocimientos de política y de los otros, encuentra una manera fácil de trabajar solo una hora al día y ganarse un milloncejo o varios, como un perfecto o perfecta \”peinetas\”, \”pargo\”, \”palmito\”, sinónimos de vago y de vaga.
Y para no dejarlo pasar, los dueños o los administradores de las emisoras de radio, al querer \”quitarse el tiro\” [eludir] una responsabilidad civil y penal, dicen con error: \”Este es un espacio pagado\”. Pero es incorrecto decir \”espacio pagado\” porque en realidad es \”espacio comprado\”, bien “un espacio vendido”. Primero va la compra y después, el pago. Pura lógica idiomática…
Pero retomo el tema principal de este comentario. En la época citada al inicio, nuestros cafetaleros se vieron amenazados por la entrada o intentos de entrada del café soluble a Costa Rica. Ante tal escenario, se enfocaron en alabar o recalcar las virtudes del café \”chorreado\” [desleído] por medio de una bolsa [manga] que aparte del aroma que desprende el proceso de desleír y colar, lo que en química se conoce como cafeol. Es decir, tenía y tiene un mejor sabor. La campaña en la defensa, fue un éxito total. Hoy los ticos, preferimos el café \”chorreado\” sobre el instantáneo.
Pero la campaña masiva de entonces en varios países, sí caló en nuestros vecinos nicaragüenses, quienes en su mayoría, hoy consumen el café instantáneo.
Aunque no se usa hoy de modo generalizado, algunas personas mayores de vez en cuando dicen o decimos: ¿Cuál bolsa? O bien su variante ¡Cuál bolsa! como señal de rechazo, de crítica, etc. Una herencia de chorrear el café en una bolsa.
Era la época del café Avestruz, Sorbito, Dorado, Nosara y en las pulperías se podía encontrar una onza de café [28.75 gramos] por ¢0.25; lo mismo que costaba una “piña de pan” de cinco dedos.
Más o menos en esa misma época, una de las marcas citadas lanzó un proyecto de casas para sus favorecedores, que lleva el mismo nombre de la marca.
La publicidad radial en la A.M. decía así: ¿Cuál bolsa? e inmediatamente venía la respuesta: la de chorrear el café…
*Etimólogo y lexicógrafo