¿Cómo pudieron contaminar con hidrocarburos una naciente en Turrialba, al tiempo que ocurría lo mismo en San Jerónimo de Moravia?
La respuesta es que no hay una debida fiscalización de las fuentes de agua potable en Costa Rica.
Así lo reconoció Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), en una entrevista con DIARIO EXTRA.
“El país no está preparado para estas situaciones. Hemos puesto sobre la mesa una realidad y eso no es solo en esta comunidad de Guadalupe, de Moravia o de Tibás, sino en todo el país”, declaró.
Entrar o salir de una naciente de agua que abastece a cientos de personas: El Periódico de Más Venta en Costa Rica pudo llegar a la naciente ubicada en San Jerónimo de Moravia y nunca hubo obstáculos o vigilancia para llegar a ese sitio.
Tras los análisis de laboratorio efectuados por la Universidad de Costa Rica (UCR) se reveló que xileno es el hidrocarburo que contaminó la naciente y surgió una serie de hipótesis que trataron de responder cómo se habría mezclado esta sustancia con el líquido vital, siendo una de ellas la mano criminal.
¿Y LA VIGILANCIA?
Aunque exista la interrogante de quién ocasionó esta crisis con xileno, también está la duda de si es la primera vez que ocurre y qué otros tipos de sustancias pueden contaminar el agua potable.
Este cuestionamiento se agravaría si se toma en cuenta que la vigilancia que se hace en los afluentes y ríos donde el agua se utiliza para consumo humano es prácticamente nula.
El Diario del Pueblo consultó a Quesada la metodología utilizada para el cuido de las nacientes y caudales, respondió que esta es una de las deudas que tiene el AyA con la salud de la ciudadanía.
RIESGOS A LA SALUD
La exposición al xileno representa riesgos significativos para la salud humana, pues la inhalación prolongada de sus vapores puede causar irritación en los ojos, nariz y garganta, así como dolor de cabeza, mareos y náuseas.
Además la exposición crónica puede dañar el sistema nervioso central, afectando la coordinación motora y la función cognitiva.
La contaminación ambiental por xileno puede tener consecuencias devastadoras en los ecosistemas acuáticos y terrestres, comprometiendo la biodiversidad y en el caso de Costa Rica la calidad del agua potable.
Por otra parte, este componente también contribuye a la formación de ozono troposférico, un contaminante atmosférico nocivo que agrava la contaminación del aire en áreas urbanas e industriales, aumentando el riesgo de esmog y problemas respiratorios.
REGISTRO LO LLEVA EL ICD
El xileno es una sustancia utilizada en la fabricación de productos como solventes, pinturas y plásticos, la cual representa una serie de peligros que deben abordarse con urgencia.
La comercialización y el uso de este producto están regulados por el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) porque puede ser utilizado como solvente para la elaboración de drogas de origen natural.
“Es claro que toda persona física o jurídica que requiere importar una sustancia de la lista 3, donde se encuentra el xileno, requiere registrarse entre la Unidad de Fiscalización de Precursores Químicos, registro que tiene un periodo de vigencia de 12 meses desde el momento de su emisión y por ende cada operador debe renovar su registro posterior a esos 12 meses.
Además posterior al registro el operador debe tramitar ante la Unidad de Control y Fiscalización de Precursores la solicitud de ese almacenaje para cada importación que realice de los productos referidos en las listas 1, 2 y 3, y remitir mensualmente reportes de los movimientos y transacciones efectuados con los productos controlados”, explicó Fernando Ramírez, director del ICD.
El funcionario agregó que a través de la Unidad de Control y Fiscalización de Precursores “se realiza un control fuerte y claro de todas las sustancias” (incluido el xileno).
Sin embargo, ese estricto control falló porque tanto la ICD como la UCR han señalado que se desconoce cuál sería la empresa o persona que contaminó el agua con esa sustancia.
“Puede ser muy variable cómo llegó al agua. Por ejemplo, puede ser una persona que llegó o varias personas que llegaron y descartaron el disolvente que estaban utilizando, dijeron ‘no queremos que nadie se dé cuenta’, fueron y lo tiraron al río.
Podría ser una industria que lo liberó, por eso es importante que se lleve a cabo la investigación”, manifestó Roberto Urcuyo, investigador del Centro de Investigación en Electroquímica y Energía Química (Celeq) de la UCR.
MAYOR RIGUROSIDAD
Trascendió que a finales de 2023 se solicitó cambiar el tipo de regulación que lleva a cabo el ICD, no obstante, Ramírez descartó que se tratara de eso, sino más bien era una recomendación e indicó que los controles continúan igual.
“Como he insistido, no se hizo ninguna modificación específica, lo que se ha hecho es analizar y considerar lo que el reglamento establece. Esto es un principio de legalidad.
Entonces podrá valorarse eventualmente de acuerdo con recomendaciones que pueda emitir la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes si es necesario continuar o establecer alguna rigurosidad con respecto a las sustancias que están en la lista 3 (donde está el xileno)”, indicó.
Agregó que a nivel internacional Costa Rica era de los pocos países que se encargaban de emitir controles fiscalizadores en materia de exportación e importación de precursores químicos similares al xileno.
*Colaboraron María Siu y Aarón Chinchilla.