Todos los desacuerdos que el Municipal Liberia tenía con su Comité Cantonal de Deportes y Recreación cambiaron de la noche a la mañana.
El gobierno local de la Ciudad Blanca tomó, a partir de este martes, la administración del estadio Edgardo Baltodano, es decir que el comité de Liberia deberá tener la aprobación previa de la Alcaldía para cualquier decisión.
“La junta directiva del comité sigue estando vigente, ellos no se sustituyeron. La decisión fue que todos los funcionarios del Comité de Deportes coordinarán administrativamente con la Alcaldía, pero las decisiones que se tienen que tomar serán de la Alcaldía”, mencionó el alcalde liberiano José Javier Calvo.
El presidente de los coyotes, Wilder Eusse, mencionó que se siente satisfecho de saber que el club no tiene que irse de su cantón por temas extrafutbolísticos y que pagarán lo que corresponde para alquilar el recinto aurinegro.
“Entraremos en una negociación con la Alcaldía para que sea beneficio de todos. Ojalá sea un monto equitativo. No queremos que nos regalen, pero no queremos una tarifa abusiva”, agregó Eusse.
Asuntos legales, económicos y de logística fueron los principales factores del porqué el Municipal Liberia iba a optar por salir de su querido cantón para disputar los partidos del campeonato nacional.
La administración de los coyotes actualmente paga ¢500.000 por partido de Primera División. Sin embargo, existían encuentros en el que el Comité les solicitaba al equipo un alquiler de tres a cuatro veces más la tarifa ya acordada por el Concejo Municipal de Liberia.
Según un informe presentado por el Comité Cantonal de Deportes al Concejo Municipal, solicitaban que las tarifas aumentaran a ¢750.000 sin iluminación del recinto y ¢1,2 millones con iluminación, monto que el Municipal Liberia no podría pagar.
Dicha gestión fue cuestionada por el alcalde de Liberia y el gerente general del club, ya que no encontraban una justificación para determinar la cifra de alquiler al equipo de la división de honor.