Cuando se habla de deporte costarricense, por lo general nos circunscribimos nada más al fútbol, ya sea a nivel de clubes de primera división o de la Selección Mayor.
Craso error si nos quedamos solo en 22 actores y un balón, pues ya sabemos que hay muchas disciplinas deportivas que se practican aquí. Y no solo es que se practique el racquetbol, la natación, esgrima, ciclismo, atletismo, karate. Es que nuestros atletas son buenos y parece que es un pecado. No hay difusión, no hay enviados especiales, no hay pasión desbordada de la afición por una joven tica que se tira al agua y gana en los Juegos Centroamericanos de Managua, donde se llena de gloria. Lo mejor es que ella misma, Helena Moreno, lo vuelve a hacer. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 ya lleva dos medallas de bronce en natación, en las distancias de 400 y 800 metros, categoría libre. Pero no llama la atención. Nos centramos más en analizar si se dice fusión o si es mejor seguir con la palabra anexión.
Ejemplos hay muchos, ahí están los jóvenes atletas Juan Diego Castro y Noelia Vargas, solo por mencionar algunos.
Sabe usted que en Barranquilla, Colombia, hay 250 ticos representándonos. El esfuerzo de 250 familias reflejado ahí. Deportistas que igual madrugan para meterse en una fría piscina o que corren para conseguir sus implementos deportivos.
¿Podría decirnos el nombre de 5 atletas de este total de 250, que no sean los del deporte rey? ¿Sabe quiénes son los de gimnasia o balonmano? Si cree que la culpa es de la prensa pues podemos decir que sí. No todos reconocen el esfuerzo ni dan una cobertura si no hay de por medio una audiencia asegurada, como sucedió recientemente cuando todos hablaban de la Plaza Roja y de las matrioshkas hasta el cansancio. Pero hay responsabilidades compartidas.
No son promesas, son realidades. En los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Veracruz México, obtuvimos 15 medallas y ya el karateca Gabriel Vargas nos dio la presea 16. Se superó el anterior registro.
Antes de la salida de estos embajadores a tierras cafeteras, Henry Núñez Nájera, presidente del Comité Olímpico Nacional, quien fuera judoca, conversó con DIARIO EXTRA y marcó sus expectativas. En aquel momento comentó “sabemos el trabajo que hemos hecho con nuestros atletas, pero es muy difícil saber el trabajo que han hecho los 36 países restantes. En los últimos cuatro años nos hubiera gustado tener una inversión creciente en nuestros atletas y que eso se reflejara en un rendimiento creciente, pero todos son conscientes de los altibajos que hemos tenido en la preparación de nuestros atletas”.
Fue directo en mencionar donde hubo un gran problema. “En el gobierno anterior tuvimos mucha dificultad en la consecución de recursos, pasaban meses sin recibir recursos, pero ya con el nuevo gobierno por lo menos encontramos una nueva actitud, más visión, más conocimiento de lo que es el alto rendimiento. Las señales que nos dan es que a futuro vamos a tener más estabilidad y planificar mejor los eventos”.
El talento ahí está y lo venimos viendo desde los Juegos Deportivos Nacionales, falta ese compromiso estatal y también de la empresa privada en hacer de estos muchachos verdaderos modelos.
Que esa palabra modelo cambie, como ya la hizo cambiar la Fundación de la Doctora Anna Gabriela Ross, al poner en una pasarela a mujeres exitosas en el campo nacional junto a madres e hijas.
Si se puede, somos más los que pensamos en positivo, más los buenos si es que lo ponemos en ese contento de buenos y malos.
Volviendo al deporte, otro nombre que de seguro usted no reconoce es el de Julianna Rodríguez, boxeadora que por decisión unánime ganó su combate, va a semifinales y asegura otra presea más para los ticos, en la categoría de -51 kilogramos.
Ahí está el fracaso del fútbol masculino en estas justas con Marcelo “Popeye” Herrera al frente, flamante candidato a dirigir la mayor de manera interina en su gira próxima por Asia. No es hacer leña del árbol caído, pero los fríos números dictan sentencia.
Es el momento de actuar con una política seria en el deporte, sin medir que sean disciplinas tradicionales o no, viendo tablas, rendimientos, capacidad organizativa, resultados.
Tenemos talento… y mucho. Debemos apoyarlo.