Una baja en la inversión en infraestructura, falta de conectividad en alcantarillas y mala gestión de desechos sólidos son obstáculos que enfrenta la economía costarricense para crecer, según el estudio económico realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con el documento, Costa Rica pasó de invertir cerca de un 4,5% de su producto interno bruto (PIB) en la construcción de obras en 2009 a menos de un 1,5% en 2023, lo que ha generado un detrimento a nivel nacional; es decir, cerca de $2.595 millones menos en este rubro, tomando en cuenta los ingresos actuales. “Las carencias en materia de infraestructura son grandes, lo que aumenta los costos del comercio y limita la participación de las regiones alejadas y las pymes en el comercio internacional, los problemas claves incluyen la mala calidad de las carreteras y la sobrecarga de los puertos”, se lee en el análisis.
Las estimaciones de la OCDE señalan que por lo menos la inversión requiere aumentar $865 millones o un 1% del PIB de 2023 para mejorar en movilidad y transporte público.

Jaime Morales
Vicepresidente de Crecex
“Es importante enfatizar la importancia de la colaboración público-privada para agilizar la ejecución de obras estratégicas que permitan reducir costos logísticos y mejorar la
competitividad del país”.
Efraím Zeledón
Ministro del MOPT
“Desde que llegamos al Gobierno hemos sido muy claros en que hay un rezago en infraestructura. Asumimos sin contratos de conservación vial y de mantenimiento, entonces eso es algo innegable”.


Mary Munive
Ministra de Salud
“Está analizándose el reglamento de regionalización, en donde se va a desglosar el país en siete regiones, según el Ministerio de Planificación, cada una de las cuales deberá responsabilizarse de sus residuos”.
“La baja calidad de la infraestructura de transporte de Costa Rica puede atribuirse a la baja inversión y una deficiente planificación estratégica. Incluso durante el aumento del gasto público de 2008-19 que condujo a la crítica situación fiscal de Costa Rica, la inversión de capital se descuidó en gran medida en favor del gasto primario corriente”, indica el texto.
Según los diversos escenarios económicos, para cumplir con la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible “en infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones requeriría inversiones que ascenderían al 3-4% del PIB”.
Sectores afectados
La Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex) explicó a Diario Extra que si bien es cierto los números del informe económico son positivos, la necesidad de inversión en infraestructura es cada día más urgente.
“El crecimiento económico de Costa Rica es una excelente señal de estabilidad y dinamismo, pero no podemos perder de vista que para sostenerlo y ampliarlo es imprescindible cerrar brechas críticas en infraestructura. La competitividad de nuestro comercio exterior depende de contar con carreteras en buen estado, puertos eficientes y procesos logísticos ágiles que faciliten el acceso a los mercados internacionales”, indicó Jaime Morales, primer vicepresidente de Crecex.
Sumado a ello, expresó que para lograr la mejora estructural se requiere trabajar alianzas público-privadas que permitan desarrollar aquellos proyectos que no son financiables para el Gobierno.
Por su parte, Efraím Zeledón, titular del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), justificó que la baja inversión es un problema arrastrado por varias administraciones, mientras que la actual es la que más ha invertido en nuevos proyectos.
“Es innegable que hay un rezago en infraestructura, pero estamos invirtiendo como nunca se había invertido para reducir esa brecha que afecta tanto a los costarricenses”, manifestó.
Según el informe, durante este Gobierno se aumentó cerca de un 0,3% del PIB en inversión para nuevos proyectos de infraestructura.
Ticos sin acceso al agua
Otro de los datos alarmantes que expone el organismo internacional es que tan solo uno de cada cuatro costarricenses tiene acceso a alcantarillado, problemática que impide avanzar hacia una economía verde.
“La gestión de residuos, que contribuye con 15% de las emisiones (porcentaje mayor al resto de los países de la OCDE), se enfoca principalmente en los vertederos, lo cual impacta en los ecosistemas y la salud pública. La disponibilidad de agua ya se ve afectada por pérdidas, problemas de distribución y una red de alcantarillado poco desarrollada”, detalla el estudio.
Con base en los datos, en 2022 Costa Rica se posicionó como el peor país en materia de manejo de residuos con una tercera parte del promedio OCDE, que ronda el 80% de la población con acceso a un sistema efectivo de recolección de basura y aguas residuales.
Respecto al manejo de alcantarillas, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) informó que “el tratamiento de aguas negras es en efecto un desafío país, por lo que se está trabajando en el desarrollo de infraestructura para acceder al correcto manejo”.
La institución espera cinco proyectos financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que requieren una inversión de aproximadamente ¢292.000 millones.
En cuanto a desechos sólidos, este medio consultó a Mary Munive, vicepresidenta y ministra de Salud, quien instó a la Asamblea Legislativa a trasladar la rectoría de esta materia a su cartera y no que sea competencia de los gobiernos locales, como en la actualidad.
“No solo hicimos modificación de reglamentos para levantar los parques ambientales, sino que presionamos a las empresas que brindan esos servicios a meter otras tecnologías para que disminuya la presión en esos rellenos sanitarios ante su inminente colapso”, dijo a este rotativo.