La contaminación atmosférica provoca la muerte prematura de al menos 1.200 niños y adolescentes en Europa cada año, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicado este lunes.
Como ocurre con los adultos, este tipo de contaminación es el principal riesgo medioambiental para la salud de los menores y acorta su esperanza de vida, según el estudio, realizado en una treintena de países del continente, incluidos los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE).
\\\”La contaminación atmosférica causa más de 1.200 decesos prematuros de menores de 18 años en Europa cada año y aumenta significativamente el riesgo de enfermedades más tarde, durante su vida\\\”, apuntó la AEMA en su informe.
\\\”Pese a los avances de los pasados años, el nivel de varios de los principales contaminantes atmosféricos sigue estando por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre todo en el centro y el este de Europa y en Italia\\\”, subraya la agencia, dependiente de la Unión Europea.
Varios países europeos -entre ellos, el Reino Unido y Ucrania- no forman parte del estudio, por lo que el balance continental podría ser mayor.
Según otro informe publicado por la AEMA en noviembre, al menos 238.000 personas -de todas las edades- murieron prematuramente en Europa en 2020 a causa de la contaminación atmosférica en los países miembros de la Agencia (que incluye a los miembros de la UE, Turquía, Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein).
El estudio publicado este lunes es el primero de la AEMA que se centra específicamente en los menores de 18 años.
Aunque la parte de niños y adolescentes impactados por la contaminación atmosférica sea \\\”relativamente débil\\\” respecto al conjunto de la población, morir tan pronto \\\”representa una pérdida de futuro potencial y una carga significativa de enfermedades crónicas, tanto en la infancia como en edades más tardías\\\”, subraya la AEMA.
La agencia recomienda poner el foco en la calidad del aire en las inmediaciones de las escuelas y las guarderías, de las instalaciones deportivas y en el transporte público.
Sus consecuencias empiezan antes del nacimiento, pues la exposición de la madre a la contaminación atmosférica \\\”está relacionada con el bajo peso de los recién nacidos y con partos prematuros\\\”, recuerda la agencia medioambiental.
Después del nacimiento, la contaminación ambiental aumenta el riesgo de varios problemas de salud, como el asma (que afecta al 9% de los niños y adolescentes en Europa) o la insuficiencia o las infecciones respiratorias, señala la AEMA.