Durante su discurso por los primeros 100 días como presidente de Costa Rica, el mandatario Rodrigo Chaves anunció que tenía interés en legalizar la marihuana de uso recreativo en el país. La iniciativa se conocería en las próximas semanas.
El uso recreativo permitiría que el Estado reciba los millones de colones diarios que percibe el narcotráfico de forma ilícita, además brindaría seguridad en la trazabilidad del producto, pues los consumidores ya no fumarían la droga que se importa de otros países como Colombia, Jamaica o México, la cual se trasiega en condiciones insalubres.
El 18% de las atenciones brindadas por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) en 2021 correspondieron a personas con problemas de dependencia por el consumo de cannabis. Desde hace más de cuatro años, el patrón de consumo ha venido aumentando.
En cuatro años, el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) reporta un aumento por poco triplicado en las incautaciones de marihuana. En lo que va del año, se reportan 6.437,18 kilos de dicha hierba en manos de las autoridades.
Meter la droga al país resulta muy sencillo por la posición geográfica, incluso el producto llega hasta a las cárceles ticas, pues allí se ha decomisado en un solo mes más de dos kilos.
“Al no tener la industria regulada, no tenemos el control de lo que las personas están consumiendo (qué agroquímicos y metales pesados usaron), esto genera un impacto sobre la salud pública (…). El cannabis que viene de otros países viene del narcotráfico, por lo que tienen que lidiar con químicos para que no sea detectado por la policía o la unidad canina, entonces con otras sustancias neutralizan el olor y el problema es que todo eso lo consume el cuerpo de las personas que sí o sí fuman (…), esto se relaciona con la falta de regulación en el país”, mencionó Carlos Hernández, doctor especialista en medicina cannábica.
En el último año, el MSP decomisó 816.428 plantas de marihuana, en Costa Rica siembran la hierba tanto en exteriores como en interiores, con mecanismos hidropónicos de alta tecnología.
Para la vocera del IAFA, Paula Picado, el consumo no se puede abordar sin campañas de educación y prevención. “El cannabis depende de la concentración del THC y con su producción se vuelven moléculas dinámicas, entonces tener estudios estandarizados que garanticen la calidad del producto sería deseable para el consumidor, pero eso no se ha podido garantizar como tal (…), hay que educar a los profesionales de salud y a los proveedores de la sustancia”, declaró.
OPINAN
Jonnathan Cruz
“Creo que es algo que se debería aprobar porque está a decisión de cada persona si se consume o no, en caso de que se agarre como un vicio, creo que como personas adultas deberíamos tener la capacidad de medir los riesgos. Todos tenemos derecho a escoger”.
José D. Guido
“No utilizo la marihuana, siento que es una solución a tanto problema que hay, se podría conseguir más dinero de lo que le hace falta al país y sería un impacto negativo para el narcotráfico. Estoy en contra del consumo a la libre”.
Joseph Campos
“Es una de las mejores alternativas que se tiene, si se legaliza, se abre el mercado que le podría traer mucha plata al país, además competir contra otros países como EE.UU. o Canadá”.
Samuel Porras
“Sería importante que se sepa aplicar las políticas adecuadas para que, más que un perjuicio, sea una oportunidad para que se pueda aprovechar la apertura del mercado, que genere nuevos empleos y se promueva la agricultura”.